Permite no quedarse obsoleto en un momento de disrupción con cambios fuertes
El enorme desarrollo y crecimiento que está teniendo el sector de la Inversión Responsable o ESG ha traído el fenómeno del ‘greenwashing’, que viene a ser un subirse al carro del ESG, pero sólo en apariencia con un enfoque exclusivamente ‘marketiniano’ que no conlleva una aplicación práctica. A esto ha contribuido la falta de estandarización y de formación que existe hasta la fecha, algo que va cambiando poco a poco. A las distintas iniciativas como las de Naciones Unidas o CFA Institute se ha unido recientemente la UE con una nueva normativa sobre qué pude ser considerado como Inversión Sostenible. Todos estos avances harán que ya en los próximos meses, CFA Institute emitirá un estándar en 2022, nos vayamos acercando a unos criterios comunes que simplifiquen la aplicación y comparabilidad de las inversiones en las distintas jurisdicciones.
Cuando hablo de ESG me refiero únicamente a aquellos casos en los que se produce una aplicación genuina del mismo. Existen diversos métodos de aplicación de los criterios ESG, alguno se aplica incluso desde hace siglos: la exclusión de aquellas inversiones que no están conforme a los criterios éticos o morales del inversor, este enfoque tenía un carácter fundamentalmente religioso. Me voy a centrar en el método que propongo: Integración de los criterios ESG, con una visión holística del mismo. La aplicación de este enfoque no es únicamente una cuestión de responsabilidad para con todos los agentes con los que se relaciona la organización. Es un compromiso cívico y ético que va más allá y genera cuantiosos beneficios. La metodología es la siguiente. En primer lugar, afecta al proceso de búsqueda de ideas de inversión, en este punto se estudia la materialidad (impacto en cuanto a magnitud y probabilidad de ocurrencia de un evento determinado) de los factores ESG que afectan a la inversión. Aquellos que no resultan materiales se descartan. En segundo lugar, se ajusta cuantitativamente las métricas oportunas en función de los factores detectados en el punto anterior. Este proceso implica un alto grado de subjetividad. Por último, se toman las decisiones de inversión de acuerdo con las valoraciones del segundo punto.
Este proceso conlleva un esfuerzo notable y en ciertos momentos un alto grado de subjetividad. La Inversión Responsable o ESG supone un compromiso ético profundo que hunde sus raíces en la esencia misma de la organización. Exige un análisis estratégico amplio en el que se incluyen nuevos criterios que tradicionalmente no eran tenidos en cuenta permitiendo un conocimiento de esta muy superior al que se obtiene analizando únicamente con un criterio “tradicional”. Al incluir en el análisis los factores nuevos que afectan a los resultados, generadores de riesgos y/o de oportunidades se llega a conocer de forma mucho más completa la organización lo cual permite mejorar la toma de decisiones. Incluye riesgos de suficiente magnitud como para hacer quebrar a una empresa (por ejemplo, el riesgo de una fuga de crudo por parte de una empresa petrolera puede conllevar costes de decenas de miles de millones de euros) que de otra manera no serían tenidos en cuenta. Dentro del ESG estudiamos las llamadas megatendencias, que son corrientes transformadoras a largo con un impacto global. Son fuente generadora de oportunidades.
Por tanto, el enfoque integrador en ESG implica un enfoque a largo plazo. Sin atajos. Pero este esfuerzo permite no quedarse obsoleto en un momento de disrupción con cambios muy fuertes en espacios muy cortos de tiempo. Normalmente es más importante la tendencia a mejorar en el enfoque responsable que el punto de partida. Nuestro enfoque no es fundamentalmente excluyente y muchos sectores que bajo otros enfoques no tendrían cabida pueden tenerla en este. Por ejemplo, una central térmica de gas natural puede tener cabida en una cartera ESG con carácter integrador entendida como recurso necesario en un período de transitorio hacia una economía más sostenible.
¿Cuáles son los beneficios de aplicar un enfoque integrador del ESG? Permite un conocimiento superior de la inversión al incluir nuevos factores materiales, permite mitigar riesgos y aprovechar oportunidades antes desconocidos. Incrementa la productividad de los trabajadores y mejora la relación con clientes, proveedores, comunidades locales y demás agentes relacionados con el negocio. Ayuda en la gestión de los conflictos de intereses y crea una cultura empresarial coherente y creíble. Mejora la imagen de la compañía y disminuye el riesgo reputacional. En un mundo empresarial muchas veces castigado por escándalos que dañan el crecimiento contribuye en mejorar el entorno a todos los niveles. En definitiva, genera confianza.
La sostenibilidad cotiza en máximos