GFG va a concurso y se aleja de la compra de Alcoa
Los sindicatos UGT y CCOO piden al Gobierno que aclare la situación
Alcoa atraviesa uno de sus momentos más dulces a nivel global tras lograr unos resultados récord en el primer trimestre del año. La multinacional ha incrementado su beneficio un 119% hasta niveles no vistos desde el año 2018, tras registrar un beneficio de 146 millones de euros hasta marzo.
La empresa, no obstante, no logra resolver los problemas que mantiene en España con su planta de alúmina. La multinacional estadounidense se dio de plazo con los sindicatos hasta el próximo 30 de abril para alcanzar un acuerdo de venta con la Sepi pero, por el momento, las negociaciones apenas han avanzado y ahora mismo tampoco hay un claro comprador a la vista a excepción de varios contactos que mantiene en estos momentos el Ministerio de Industria de modo informal con inversores interesados.
Los problemas del único candidato formal que había, GFG, no paran de crecer y la situación del grupo de Senjaav Gupta es cada día más complicada, lo que dificulta que pueda aportar las garantías solicitadas por el Gobierno para seguir adelante con el proceso.
Liberty Wheels France, filial de GFG, ha presentado esta semana ante el Tribubal Comercial de París su concurso de acreedores, lo que pone en jaque los 600 empleos que la compañía tenía en el país.
A estos problemas se suman otros como los que ha apuntado el diario FT, que asegura que GFG había reestructurado sus empresas para poder optar a más préstamos públicos contra el coronavirus del Gobierno británico.
El imperio de Gupta, según recoge The Guardian, está repartido entre nada menos que 200 entidades corporativas en el Reino Unido y otros países, incluido Singapur. Gupta además sería consejero de 79 empresas británicas, muchas de las cuales no han presentado informes anuales durante dos años o más.
Los préstamos a las empresas de Gupta fueron concedidos por Greensill Capital, la entidad crediticia cuya quiebra ha provocado un fuerte revuelo político y mediático en Reino Unido después de que saliera a la luz que el ex primer ministro David Cameron era uno de sus asesores.
Con este escenario, Comisiones Obreras y UGT han pedido a las mi
nistras de Industria y Transición Ecológica, Reyes Maroto y Teresa Ribera, que aclaren en qué punto están “las conversaciones en el proceso de compra-venta de la planta de San Ciprián”.
Falta de interés “En las últimas semanas han sido muchos los rumores y especulaciones sobre este proceso, desde la falta de interés de los protagonistas en la operación hasta la falta de garantías por parte del comprador, pasando por exigencias inasumibles por el Gobierno por la parte vendedora”, precisan los dos sindicatos en un comunicado conjunto. Esa situación, añaden, “está generando muchísima incertidumbre entre los trabajadores de la planta, sus familias y todo el entorno comarcal”, dado que “desde el vendedor se ha trasladado que sigue manteniendo interés en vender la planta y el comprador en comprar, concluyendo ambos que es el Gobierno el máximo responsable de la paralización de las negociaciones”.