Hipotecas accesibles y seguras
El proyecto piloto del Santander sigue las líneas adecuadas para facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda propia
El acceso de los jóvenes a la compra de vivienda ya era poco menos que una quimera antes de la epidemia y, en medio de la crisis actual, la situación se agrava de modo dramático. En países como Reino Unido el sector público y el privado ya se han coordinado para responder a esa situación. En España, por el contrario, el Gobierno y las autonomías han reconocido, en sus entrevistas con representantes del ámbito inmobiliario, sus limitaciones para afrontar a corto plazo este problema. Debe valorarse, por ello, el propósito de bancos como Santander de tomar la iniciativa. En concreto, la entidad presidida por Ana Botín ofrecerá a clientes menores de 35 años hipotecas que financiarán el 95% del valor de la casa, por encima del tope del 80% que se generalizó tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Se trata de un proyecto piloto, ahora limitado a 1.000 préstamos, pero que cuenta ya con unas líneas maestras muy prometedoras que es posible que puedan generalizarse en el sector bancario. Así, existen garantías de que no se repetirán los excesos del pasado boom, debido a que estas nuevas hipotecas se dirigen a un segmento de población muy delimitado y es evidente que sus beneficiarios tendrán que acreditar unos determinados niveles de solvencia, con un aval personal que expira a los cinco años. Sin embargo, lo fundamental es que estas seguridades podrán conciliarse con la exigencia a los prestatarios de un nivel de ahorro no tan elevado como el que ahora usualmente se les demanda, lo que permite aliviar el gran problema de los menores de 35 años en el mercado inmobiliario. Los préstamos accesibles, pero siempre seguros, constituyen una ayuda valiosa para que el acceso a la vivienda de los jóvenes deje de ser misión imposible.