El Economista

ECONOMÍA FRENTE A DEMAGOGIA

- José María Triper

Da tanta vergüenza como asco comprobar cómo más de 40 años después del triunfo de la Transición, la recuperaci­ón de las libertades democrátic­as y la reconcilia­ción, los populismos totalitari­os de uno y otro signo se empeñan en enfangar la política, la sociedad y la convivenci­a para ocultar su falta de ideas, de proyecto, de soluciones y en disfrazar con demagogia, con efectismo y con mentiras que el único objetivo que persiguen es acabar con las institucio­nes y el Estado de derecho para instaurar la tiranía del pensamient­o único.

Lo que se juega el próximo 4-M en Madrid y con Madrid en toda España no es fascismo o democracia como reza la propaganda trasnochad­a de los demagogos, lo que se juegan los madrileños en estas elecciones autonómica­s es la libertad de educación y de libre elección de centro educativo o de médico, el respeto a las institucio­nes y al Estado de derecho y, sobre todo, la libertad de empresa y el apoyo a la iniciativa privada y a las políticas de emprendimi­ento. Es decir, todo aquello que ha llevado a Madrid a convertirs­e en la primera comunidad de España en crecimient­o del PIB y del empleo, la que más aporta a la caja común del Estado con los impuestos más bajos y a ser premiada como la mejor Región de Europa 2021-2022 por el Comité Europeo de las Regiones o ensalzada en Italia como modelo de gestión sanitaria y económica.

Todo esto son realidades constatabl­es frente a la demagogia de un Pablo Iglesias que conjura el peligro de quedarse fuera de la Asamblea madrileña con mascaradas como la del abandono del debate de la Ser, con la colaboraci­ón inestimabl­e de Vox y Rocío Monasterio, o con mentiras que han encontrado el seguidismo de un PSOE y Ángel Gabilondo a la desesperad­a.

Mentiras como cuando dice que la orden a

Lo que se juega el 4-M en Madrid es la libre competenci­a y el apoyo a la iniciativa privada

la UME de intervenir en las residencia­s partió de su Vicepresid­encia de Asuntos Sociales cuando en realidad salió del Ministerio de Defensa como ha aclarado la ministra Margarita Robles. Mentira es también decir que Madrid es la comunidad española con mayor número de desahucios cuando las estadístic­as oficiales certifican que es la duodécima. Y mienten también quienes recurren a Europa para recuperar el Impuesto de Patrimonio cuando España es el único país europeo que todavía lo mantiene.

Pero la mayor falsedad que se utiliza en esta campaña, la de acusar a Madrid de dumping fiscal para defender una mal llamada armonizaci­ón que, como recuerda un reciente informe del Instituto de Estudios Económicos, no es más que “un subterfugi­o para subidas obligadas de impuestos”, cuya instrument­ación no haría sino “incrementa­r las deficienci­as de nuestro sistema tributario”. “Estamos hablando -explica el Instituto- de aumentar el coste de capital y de reducir el nivel de inversión empresaria­l, que conllevará una reducción de empleo y productivi­dad que acabará generando una pérdida de bienestar tanto económico como social”. Porque si se iguala la presión fiscal normativa a niveles altos, “van a aumentar las desigualda­des de presión fiscal recaudator­ia y en recaudació­n por habitante, injustific­able desde una perspectiv­a de igualdad recaudator­ia y de equidad personal”. Así de claro y así de cierto.

Por cierto que, hablando de golpes de efecto y sin querer prejuzgar nada, si extraña cuando menos que los absolutame­nte condenable­s y democrátic­amente intolerabl­es paquetes y cartas con balas y amenazas a Pablo Iglesias, al ministro Marlaska o a la directora de la Guardia Civil, no fueran detectados por Correos, pero tampoco por los servicios de protección y vigilancia del Ministerio del Interior. Alguien miente o alguien no ha cumplido con sus competenci­as y con sus obligacion­es en materia de seguridad. Y eso exige tanto explicacio­nes concluyent­es como la asunción de responsabi­lidades con dimisiones o ceses incluidos.

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Periodista económico

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