Bruselas reforzará sus defensas frente a los subsidios de China
Quienes compren empresas europeas deberán informar de si reciben ayudas públicas
La UE y China cada vez se separan más. Las sanciones que ambos socios comerciales se impusieron complican la tramitación del acuerdo de inversión que la Comisión Europea y Pekín cerraron el pasado diciembre, tras más de siete años negociando. La lista de agravios europea sobre los problemas de la relación bilateral es larga. Y la mayor sintonía en asuntos comerciales con la Administración estadounidense de Joe Biden además ha reforzado la cooperación con Washington para encarar los desafíos que plantea el poderío autoritario chino.
Europa está intentando que China se ajuste a las reglas económicas y comerciales multilaterales a través de la presión conjunta con EEUU y otros países con prioridad similares como Japón, y también a través de la Organización Mundial del Comercio.
Pero, al mismo tiempo, la UE lleva un lustro reforzando sus instrumentos de defensa comercial y creando nuevas herramientas para protegerse del creciente poder de China y sus prácticas abusivas.
La próxima semana, la Comisión continuará apuntalando su arsenal con una propuesta legislativa para evitar el impacto disruptor de empresas respaldadas con subsidios públicos en el mercado europeo.
Entre otros objetivos, la iniciativa comunitaria pretende evitar el riesgo de que firmas extranjeras, subvencionadas por sus gobiernos, puedan hacerse con empresas europeas cuya valoración se haya hundido como consecuencia del impacto de la crisis causada por el Covid.
Las compañías extranjeras que adquieran más del 35% de una empresa europea con ingresos superiores a los 100 millones de euros deberán informar si han recibido ayudas de Estado superiores a los 10 millones de euros. Para las que ya están presentes en la UE, deberán informar si han recibido más de 200.000 euros a lo largo de al