Santander gana cinco veces más y dará el 40% en dividendo

Responde a Calviño: “Los bonus están regulados”

El Santander ganó 1.608 millones hasta marzo, cinco veces más que en el primer trimestre de 2020, por las menores provisiones y la mejora de la actividad. El banco repartirá el 40% del beneficio en dividendo.

La recuperación de la actividad gracias al avance de la vacunación, especialmente en EEUU y Reino Unido, y en España a partir de marzo, junto con la mejora de las previsiones para al economía, que está evitando un incremento de las provisiones, ha impactado de lleno en los resultados del Banco Santander que cierra el primer trimestre del año con un beneficio de 1.608 millones, cinco veces más que en el mismo periodo del año anterior.

Las ganancias del grupo financiero mejoran la previsión del consenso del mercado, tanto de Factset como de Bloomberg, que esperaban un beneficio de en torno a 1.300 millones. El banco dotó en los tres primeros meses del año pasado 1.600 millones extra para cubrirse de la pandemia y por los ajustes que tuvo que realizar en los fondos de comercio de sus filiales extranjeras, sin ese volumen, la cifra de provisiones se reduce en este trimestre un 44% que va de lleno a impulsar el resultado. Los ingresos también mejoran si se miran en euros constantes, es decir, sin los efectos del tipo de cambio. El margen bruto del grupo crece un 8%, hasta los 11.390 millones. Con el impacto del tipo de cambio, sin embargo, recoge una caída del 3,5%.

El resultado ordinario del banco, es decir, antes de cargarle una dotación de 530 millones para financiar los costes de reestructuración en Europa, fue de 2.138 millones, de los que ha reservado el 40% para destinarlo a dividendo, una vez que el Banco Central Europeo (BCE) levante la restricción al reparto, que se prevé que llegue para septiembre. El consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, señaló ayer en la rueda de prensa de presentación de resultados que repartir el 40% del beneficio en dividendo este año es un margen “equilibrado” porque permite al grupo remunerar al accionistas, pero también aprovechar la oportunidad de crecimiento con operaciones como la recompra del 8,3% de las acciones a los minoristas de México para hacerse con el control de la filial, tal y como anunciaron en marzo, y que implicará un desembolso de 550 millones.

Respecto a los 530 millones dotados para los ajustes en Europa, Álvarez explicó que unos 300 millones son para Reino Unido, unos 150 millones, para Portugal, y el resto para los servicios centrales y en la actividad de consumo.

El grupo cerró marzo con un descenso de la mora, hasta situar el ratio en el 2,3%, frente al 2,31% de diciembre. El ratio de capital CET 1 subió 72 puntos básicos frente al año anterior, hasta el 12,30%, por encima del rango objetivo del 1112%. Mientras que la rentabilidad, medida en ROE (retorno sobre el capital) se impulsó hasta el 9,8%, frente al 5,54% que cerró el año.

Críticas por los bonus El consejero delegado respondió a las críticas del Gobierno, especialmente de la vicepresidenta Nadia Calviño, sobre los elevados bonus de los banqueros en plena ola de despidos en el sector. Álvarez señaló que el esquema de remuneración de la banca “es el más regulado de los que conozco”. El ejecutivo recordó que hay una directiva comunitaria que estableció unos patrones tras la crisis para desincentivar la toma de riesgo, de forma que se difiere la retribución variable hasta cinco año y gran parte de ella se percibe en acciones que no se pueden vender.

Además, señaló que este esquema tiene un fuerte control dentro de las entidades, para lo que hay un comité de remuneraciones que decide los salarios, después se aprueban en consejo de administración y finalmente, en la junta de accionistas. Asimismo, añadió que después hay un segundo elemento que es la relación con el mercado. “Al final los sueldos, si son altos o son bajos, también depende de cómo evolucione la industria”, señaló.

Respecto a los ERE del sector, Álvarez no descartó que, dada la transformación digital de los clientes, siga destruyéndose empleo para adecuar las entidades a la nueva demanda. “Esto es un proceso de transformación donde nosotros tratamos de tener un modelo de banco y distribución acorde con la demanda”, espetó. “No veo el punto final. La transformación está ahí y adaptaremos lo que haya que adaptar”, concluyó al respecto.

El grupo deja de provisionar por la pandemia y dota 530 millones para ajustes en Europa