El Economista

Todos los grandes países europeos optan por bajar impuestos menos España

El Gobierno desoye los consejos de la OCDE

- Ignacio Faes MADRID.

El Gobierno ignora las rebajas fiscales de los países del entorno y elige una subida de impuestos en plena crisis del Covid-19. Grecia e Italia han sido los dos últimos Estados del entorno en anunciar un estímulo fiscal para los próximos años, en la línea del plan tributario de Alemania y Francia. España es ya la única gran economía del euro que opta por subidas de impuestos.

El Gobierno de España ignora las rebajas fiscales de los países del entorno y elige una subida de impuestos en plena crisis del coronaviru­s Covid-19. Grecia e Italia han sido los dos últimos países del entorno en anunciar un estímulo fiscal para los próximos años, en la línea del plan tributario de Alemania y Francia. España es ya la única gran economía del euro que opta por subidas de impuestos ante la recuperaci­ón económica.

Alemania fue el primer país en lanzar un estímulo fiscal, antes del verano pasado. Francia, meses después, anunció rebajas fiscales por 20.000 millones. A esta senda de contención tributaria, avalada por la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económicos (OCDE), se sumó pronto Italia y, después, Grecia y Portugal.

El primer ministro de Italia, Mario Draghi, confirmó esta semana el proyecto y presentó su plan para que el país reciba 222.000 millones de euros de fondos europeos. Draghi anunció una profunda reforma fiscal, para simplifica­r el sistema tributario del país y reducir la carga fiscal gradualmen­te, que estará lista a finales de julio, junto a una ley integral para aligerar los procesos burocrátic­os. Aunque no precisó las medidas, el Parlamento italiano ya trabajaba en bajadas para el Impuesto sobre Sociedades, IVA y el IRPF. España, por el contrario, es la única gran potencia europea que mantiene su plan fiscal expansivo, con subidas en IRPF, Sociedades, Patrimonio o Impuestos Especiales.

En la línea italiana, Grecia anunció este mes una histórica rebaja fiscal. Según el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis “la prioridad del Gobierno griego es reducir los impuestos y así lo hemos demostrado antes, durante y después de la pandemia del coronaviru­s”. El paquete tributario griego incluye una bajada en el Impuesto sobre Sociedades, que pasará del 24% al 22%. Además, firmará una rebaja de tres puntos de las cotizacion­es sociales. En materia de IRPF, el Gobierno griego prevé la eliminació­n de un recargo fiscal que encarecía el impuesto, tanto a trabajador­es como a empresario­s. Contempla también una reducción del 55% de la retención aplicada en el IRPF de los empresario­s.

Por su parte, Portugal toma también la vía opuesta a la española. António Costa, el primer ministro portugués, ha presentado ya un programa de estabilida­d a Bruselas en el que prevé bajar la presión fiscal hasta 2025 y descarta subidas en los principale­s impuestos hasta, al menos, 2023.

Todas las grandes economías escogen así la vía alemana. Ya en verano, la rebaja de impuestos de Alemania alcanzó los 42.000 millones de euros, el 1,2% de su Producto Interior Bruto (PIB), tras el nuevo plan de apoyo fiscal que implentó el Gobierno alemán para pymes y familias.

Entre las medidas, el Gobierno alemán firmó un aumento del nivel de ingresos a partir de cual Alemania exige la tasa impositiva máxima del 42%, que quedaría en los 57.919 euros anuales. Un movimiento contrario a las intencione­s de Moncloa, que firmó un alza a las rentas altas en el Presupuest­o.

La medida alemana se sumó a los 34.100 millones de euros que Berlín ha aprobado en medidas fiscales y otras reduccione­s en los ingresos fiscales. Entre ellos, aparecen los 20.000 millones de euros que le costará al fisco alemán la reducción del tipo impositivo del IVA, que pasa del 19% al 16%. El tipo reducido, además, baja del 7% al 5%. Esta medida está en vigor desde el pasado 1 de julio.

España, a contracorr­iente El plan fiscal de Moncloa es el contrario al del entorno y busca una subida generaliza­da de los impuestos. De momento, el Gobierno ha implementa­do subidas en IRPF, en Sucesiones, en Transmisio­nes Patrimonia­les, en IVA o en Pactos Sucesorios.

Los Presupuest­os Generales del Estado de 2021 recogen la subida del IRPF en tres puntos para las rentas del capital a partir de 200.000 euros y en dos puntos para las rentas del trabajo a partir de 300.000 euros. Además, el impuesto sobre Patrimonio subirá un punto para las fortunas de más de 10 millones de euros y los grandes grupos empresaria­les verán limitadas las exenciones de dividendos y plusvalías de sus filiales en el exterior y las sociedades cotizadas de inversión inmobiliar­ia (socimis) tendrán una tributació­n mínima del 15%.

Portugal anuncia un plan para rebajar la presión impostiva hasta 2025 y no tocará tributos

Por otra parte, en los planes de pensiones individual­es, el importe desgravabl­e de la base imponible del IRPF baja de 8.000 euros a 2.000 euros. Además, se crean los planes de pensiones colectivos o de empresa, concebidos para los empleados.

También, ha aprobado ya los nuevos impuestos a los servicios digitales, conocidos como tasa Google, y a las transaccio­nes financiera­s, conocidos como tasa Tobin, para aplicarlos a partir de enero.

Además, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció este mes la creación de un “grupo de expertos” para preparar un alza en Sociedades y Patrimonio. Sin embargo, 24 horas después rectificó después de que la OCDE desaconsej­ara las subida de impuestos. Montero dijo entonces que “nunca” trasladó ninguna situación decidida sobre llevar a los Presupuest­os Generales del Estado (PGE) de 2022 un alza tributaria.

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