Reino Unido regula el uso de los vehículos autónomos
El Gobierno inglés califica de autónomo los modelos con sistemas de ayuda a la conducción
Reino Unido se ha convertido en el primer país en regular el uso de los vehículos autónomos. El Ejecutivo de Boris Johnson permitirá que este tipo de vehículos puedan circular por las carreteras británicas a finales de este año, según anunció ayer el Ministerio de Transporte de Gran Bretaña.
El Gobierno ha establecido, tras una consulta realizada el pasado año, que los vehículos equipados con el sistema automático de mantenimiento de carril (ALKS, por sus siglas en inglés) podrían definirse legalmente como autónomos, “siempre que reciban la aprobación de tipo GB y que no haya pruebas que impugnen la capacidad del vehículo para conducir de forma autónoma”.
El sistema ALKS está diseñado para usarse en una autopista con tráfico lento (no podrá exceder los 60 km/h) y permite que un vehículo se conduzca solo en un carril, al tiempo que mantiene la capacidad de devolver el control al conductor de manera fácil y segura cuando sea necesario.
Ahora bien, hay que precisar que este sistema no se trata exactamente de la tecnología necesaria que equipan los vehículos autónomos, sino que es un sistema de ayuda a la conducción, ya que requiere del conductor para retomar el control del vehículo.
Según el Ejecutivo de Boris Johnson, esta tecnología podría mejorar la seguridad vial al reducir el error humano, que contribuye a más del 85% de los accidentes. Así, el conductor podrá entregar el control al vehículo, que monitoreará constantemente la velocidad y mantendrá una distancia segura del resto de vehículos.
La ministra de Transporte, Rachel Maclean, aseguró que “debemos asegurarnos de que esta nueva tecnología se implemente de manera segura, por lo que estamos consultando sobre cómo deberían ser las reglas para permitirlo”.
Para el director ejecutivo de la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Automóviles (SMMT, por sus siglas en ingés), Mike Hawes, “los sistemas de conducción automatizados podrían prevenir 47.000 accidentes graves y salvar 3.900 vidas durante la próxima década gracias a su capacidad para reducir la principal causa de accidentes de tráfico: el error humano”. En su opinión, “tecnologías como los sistemas automatizados de mantenimiento de carril allanarán el camino para lograr niveles más altos de automatización en el futuro, al tiempo que estos avances desatarán el potencial de Gran Bretaña para ser un líder mundial en el desarrollo y uso de estas tecnologías, creando trabajos esenciales y asegurando que nuestras carreteras permanezcan entre las más seguras del planeta”.