“Los festivales que hemos sobrevivido tenemos que facturar en este verano”
Martín Pérez acumula reconocimientos por su trayectoria en la música en directo, como impulsor desde conciertos locales y giras internacionales a festivales de referencia en el calendario catalán pasado y presente como el de Jardins de Pedralbes, Mil·leni, Cap Roig y Cambrils. La pandemia ha limitado la disponibilidad de artistas extranjeros y la afluencia de público, pero no su determinación para mantener y ampliar la oferta musical en Cataluña, aunque algunas propuestas actuales no sean rentables.
¿Qué previsiones tiene Concert Studio para este año, en que persiste la pandemia?
Será el mejor verano de nuestra historia porque la gente desea hacer cosas. Igual que la cultura ha sufrido enormemente durante la pandemia, ahora podemos recoger los frutos de la recuperación. Lo comparan con aquellos locos años 20 de hace un siglo, después de la Primera Guerra Mundial y de la peste. Es una necesidad física y psicológica. Del Festival Jardins de Pedralbes 2021 hemos vendido 33.000 entradas antes de presentar esta edición, solo colgando algunos conciertos en la web. Y este año haremos un nuevo festival tipo Pedralbes en la Cerdanya, en las dos semanas centrales del mes de agosto, cuando hay gente veraneando.
El ‘Festival de Pedralbes 2020’ se celebró con medidas anti-Covid, mientras la mayoría se cancelaron. También se está celebrando el ‘Festival del Mil·leni’, ¿cuál es su secreto?
Un amigo me decía el otro día que era un valiente, y le dije: ten cuidado porque rima con inconsciente. Mi convencimiento es que hay que seguir, pero Pedralbes y Mil·leni son dos casos diferentes. En el primer caso, le dije a mi equipo que si levantaban el confinamiento en verano teníamos la obligación moral y ética de abrir puertas de Jardins de Pedralbes, porque es al aire libre y habría quien necesitaría salir. Redujimos el aforo de 2.400 a 800 entradas en el auditorio, y cambiamos la programación en casi su totalidad, porque hay artistas que no están dispuestos a rebajar el caché para menos público. Antes me decían a veces felicidades por la calle cuando me reconocían, pero en 2020 me decían gracias, eso es muy representativo. Este año mantendremos la novedad de 2020 de abrir el jardín al concierto previo del village por 5 euros con consumición incluida. Además, el concierto principal no se ve desde el jardín, pero sí que se escucha. Fue un éxito y llegamos al límite del aforo, de 1.300 personas.
¿Y salieron los números?
Me salieron los números económicos y éticos. Estamos entre los tres mejores festivales de Europa en siete ediciones, desde 2013, y podemos ser los primeros. Es un festival pensado para los barceloneses, que son casi el 70% de los asistentes, para disfrutar en junio y julio una vez terminan la jornada laboral, en una finca vallada maravillosa, en la ciudad pero sin vecinos cerca, con aparcamiento, con transporte público y con oferta gastronómica, atención cuidada y buen clima. La gente lo incluye entre las cosas que quiere hacer al menos un día cada verano, como ir a la playa.
Y en el ‘Festival del Mil·leni’, que se alía con reconocidas salas de conciertos, ¿es rentable con las limitaciones actuales?
Los números no salen, pero estamos trabajando con artistas sensibles a la situación del Covid y están adaptando el caché. Perdemos dinero, pero no nos enmohecemos. El que cerró y se fue a casa con el portátil por si alguien le contactaba cada vez tiene más difícil volver. Yo estoy con pérdidas en Mil·leni, pero con actividad, estoy en marcha, y el artista que quiera venir sabe que estoy abierto.
¿Cuántos empleados son en Concert Studio?
En oficina 24 personas, pero en verano somos 250 directos y casi 700 indirectos. El Festival de Jardins de Pedralbes es el gran motor.
Usted apostó por los festivales antes de que se pusiesen de moda, con proliferación en los últimos años. ¿Son más vulnerables los últimos en llegar?
No, porque los grandes festivales creamos público de festival. El que va a un festival y le gusta anima a su círculo a asistir. El nuevo festival se encuentra con más público, pero es difícil sacar adelante un festival. El 70% de los festivales no cumple la segunda edición, y de los que quedan, el 50% no cumple la tercera.
El presupuesto de ‘Pedralbes’ ronda los 4 millones de euros. ¿Cuál es el de la Cerdanya?
Nace con un presupuesto de 1,2 millones, pero aún no hemos empezado a negociar partidas. Según lo que ofrezcan los patrocinadores, algunas partidas se pueden intercambiar, y que alguna empresa colabore asumiendo algún gasto.
¿Qué volumen de negocio movía el sector antes del Covid y ahora?
La música en directo es el 3,8% del PIB español, y en 2020 la actividad cayó el 87%.
Grandes festivales de Barcelona como el ‘Primavera Sound’ y el ‘Sonar’ han renunciado a la edición de este año, después de cancelar también la de 2020. ¿Cuánto puede aguantar el sector si la pandemia persiste?
La situación es delicadísima. El sector lleva un año casi sin vender una entrada. Los que podamos tirar de recursos propios aguantaremos lo que podamos… Este verano que viene es el límite de los que hemos sobrevivido. Hemos de poder facturar y tendremos unos años por delante para reconstruir lo que ha ido cayendo. El verano pasado decidí hacer Pedralbes al hacer números de a cuánta gente dábamos empleo.
Interés del público: “Hemos vendido 33.000 entradas del Festival Jardins de Pedralbes’21 antes de presentarlo” Pérdidas en salas: “En el Festival del Mil·leni estoy en pérdidas, pero los artistas saben que sigo abierto” Impacto del Covid: “La música en vivo es el 3,8% del PIB español y en 2020 la actividad cayó el 87%”