El bolsillo de los madrileños, clave del resultado en las urnas
Así son los programas económicos de las seis formaciones, entre rebajas fiscales y subida de impuestos con cuota estatal
Algo más de tres millones de votantes se acercarán este martes laboral a las urnas para decidir el Gobierno de la Comunidad de Madrid, una vez que una fallida moción en Murcia, propiciada por el PSOE y Ciudadanos, trajo consigo el adelanto electoral de la región madrileña. En esta ocasión, como en la anterior cita, seis son las formaciones que concurren para completar el ciclo de dos años de legislatura, antes de que se vuelvan a convocar otras elecciones. Sus programas, algunos de ellos improvisados sobre la marcha, y casi todos repitiendo los contenidos de los últimos comicios, han centrado desde el punto de vista económico la serie de piezas que elEconomista ha ido publicando a lo largo de la semana, haciendo hincapié en las políticas fiscales.
Con dos bloques bien diferenciados entre los partidos de izquierdas y de derechas, el bolsillo del contribuyente madrileño será una de las claves que determinen el resultado en las urnas. Y es que la diferencias entre programas, y aún mucho más entre bloques es abismal. La distancia pasa desde la bajada de medio punto de IRPF del PP, unido a su paquete de deducciones que acaba rebajando también este impuesto, a la subida generalizada de tributos que promueve Más País y Unidas Podemos, gravando IRPF, suprimiendo bonificaciones, armonizando figuras fiscales como Sucesiones y Donaciones, amén de Patrimonio con una cuota estatal, y generando impuestos para pagar por el uso de plásticos, el juego, el turismo o las bebidas azucaradas.
Fue el PSOE el que arrancó, periodísticamente hablando, este apartado, el fiscal. Y lo hizo nada más anunciar su candidatura Ángel Gabilondo, quien señaló su intención de no tocar la actual política fiscal que rige en la Comunidad de Madrid, tras 16 años de consecutivas rebajas fiscales.
Apartándose de lo que apenas unos días corroborara el Gobierno -la puesta en marcha de la maquinaria para armonizar los impuestos cedidos a las CCAA, con el fin de aplicar una cuota mínima en todo
el país-, Gabilondo se esforzaba por garantizar que su compromiso de no tocar los impuestos, al menos perduraría durante dos años.
Sin embargo, la promesa parecía caer en saco roto después de señalar que él no quería gobernar con Pablo Iglesias, líder actual de Unidas Podemos en Madrid, por lo que las líneas rojas del podemita saltaban por los aires. Pero, con motivo del debate en Telemadrid, Gabilondo dijo aquello de Pablo, nos quedan 12 días para ganar, asumiendo así que necesitará a Iglesias en el caso de que pueda formar gobierno en Sol.
En el PP recuerdan que la promesa del exministro de no subir impuestos es mentira, pues el 12 de febrero de 2021, el líder socialista en la Asamblea registraba 17 enmiendas en contra de las deducciones fiscales del Ejecutivo de Díaz Ayuso, entonces todavía con Ciudadanos. La medida suponía 1.300 millones de subida impositiva.
Con este peso encima, Gabilondo ha suscrito en su programa la siguiente determinación: “Nos comprometemos, dada la duración de la legislatura y la excepcionalidad de la situación, a no tocar la fiscalidad”. Los socialistas vuelcan sus esperanzas en el desarrollo de los fondos comunitarios, dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia, y desde es punto de vista despliegan 300 medidas, con el deseo de generar 125.000 puestos de trabajo.
Por el orden que ocupa en la actual representación en la Asamblea, Ciudadanos se reafirma en defender una política de impuestos bajos, y en no subir por tanto ninguno. En su programa, la estrella es un Plan de Rescate para pymes, autónomos y trabajadores de 1.000 millones de euros; el mismo programa que estaba acordando con el PP cuando compartía Gobierno, pero que el adelanto electoral dejó en el tintero. Los naranjas también quieren premiar con recompensas tributarias a quienes luchen contra la economía sumergida demostrando facturas por obras o contratación de empleados domésticos.
Más Madrid, la marca autonómica del partido de Íñigo Errejón, compite con sus adversarios políticos con un programa muy explícito en materia fiscal, destacando la propuesta de eliminar la actual bonificación del impuesto de Sucesiones y Donaciones, y empezar a rebajar esa bonificación al 60% a partir de un millón de euros. Los de Mónica García quieren cobrar nuevos impuestos como el de las bebidas azucaradas, y quieren ayudar con el 75% de la facturación a empresas y comercios afectados por el Covid.
Rocío Monasterio, en nombre de Vox, anuncia una bajada radical de todos los impuestos, se compromete a eliminar el actual número de diputados en la Asamblea, a suprimir subvenciones y a reducir también el número de consejeros del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Además, Vox también quiere reducir en medio punto el IRPF en todos los tramos.
Recién llegado de La Moncloa, Pablo Iglesias, número uno de la candidatura de Unidas Podemos en Madrid, defiende su reforma fiscal progresiva, que consiste en subir los impuestos a las rentas con el objetivo de eliminar el “paraíso fiscal” que para él se ha convertido la región. En sustancia, la misma exigencia que ERC le ha hecho al Gobierno de Sánchez a cambio de los Presupuestos.
Rebajar el IRPF y aumentar las deducciones
Para el Partido Popular, la economía y la política fiscal centran gran parte del programa con el que Isabel Díaz Ayuso concurre el 4-M.