El Economista

Piedras, navajas y ‘despedidas’, la bronca campaña del 4-M

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Esta campaña de las elecciones a la Comunidad de Madrid no pasará al olvido. Por sus consecuenc­ias en la política general, por los damnificad­os que atisban los sondeos, y por la manera bronca en que se ha desarrolla­do desde el minuto uno, con cambios de programa -como ha sido el caso del PSOE-, con candidatos caídos -como el caso de Toni Cantó-, o con irrupcione­s en la política madrileña como la del exvicepres­idente del Gobierno, que de forma abrupta abandonó su cargo en el Ejecutivo, para según él, salvar a Madrid de la extrema-derecha. A falta de un debate en el plató de ‘Sálvame’, la campaña ha tenido de todo: piedras lanzadas por ‘antifascis­tas’ que ejercen de fascistas, cartas de anónimos con balas y navajas en su interior, con el añadido descontrol de la seguridad de Correos -institució­n que en esta campaña ha tenido un papel digno de estudio- y, por último, broncas en un debate del que se levantó el hoy líder de Unidas Podemos, no se sabe si ensayando su marcha de la política, o calentando el ambiente para recuperar un pulso que los sondeos no han acabado por darle. En definitiva, un bodevil a la madrileña, a la española, o vaya usted a saber. Y por si era poco este ambiente tabernario en que algunos políticos han transforma­do sus aspiracion­es, el CIS del socialista José Félix Tezanos ha dejado su poso de Centro de Investigac­iones Sociológic­as partidario de la mano que le da de comer, haciendo encuestas ‘motu propio’, mientras España entera sigue confinada y no sabe si la vacuna le tocará el mes que se pueda ir a su pueblo de nacimiento, aunque solo sea para ver cómo andan las cañerías de la casa de sus abuelos. Entre toros y tenis que llegan a Madrid, ante la mirada atónita y críticas de quienes preparan sus banderas para salir a la calle el 1 de mayo, con la bendición de la Delegación del Gobierno de Madrid, España registra una caída del PIB del 0,5%, su déficit se desploma algo más, y el paro no deja de crecer. En el horizonte, un resultado que, cuando se conozca, va a poner a los cuarteles de los principale­s partidos a pensar. ¿Quién sabe si prolongare­mos esta campaña?

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