El Economista

Dinero y ética, un dilema de risa para el Fondo de Pensiones de Noruega Filmin, ‘El Gran Fondo’.

La plataforma de vídeos bajo demanda con sello español, emite la serie Una sátira de humor sobre el fondo soberano del

- Cristina Cándido MADRID.

“Trabajamos para el Gobierno noruego, no estamos en Wall Street. ¿Quieres perder tu trabajo?”, le recrimina la ficticia directora del Fondo de Pensiones de Noruega a su gestor de inversione­s por incumplir el límite legal que impide al vehículo poseer más del 10% en una empresa tras invertir por error 80.000 millones en acciones de Disney. Cumplir con las reglas éticas que los políticos establecie­ron o hacer más ricos a los noruegos es el dilema que se plantea en la serie noruega The Oil Fund (El Gran Fondo), que trata sobre el fondo soberano que se financia con los ingresos derivados del gas y el petróleo.

La ficción dirigida por Harald Zwart y Petter Holmsen trata en clave de humor la pugna diaria entre un exitoso director de inversione­s de conciencia laxa y la directora de ética. Ambientada en los años 90, está dividida en diez episodios de 25 minutos y está disponible desde marzo en Filmin.

El primer episodio arranca con los empleados del fondo a punto de celebrar, tarta incluida, que el vehículo está a punto de alcanzar por primera vez 10 billones de coronas noruegas. Un hito que se verá frustrado por la petición de la ministra de Economía, que reclama a la directora de la entidad 127.000 millones del fondo para pagar a EEUU su contribuci­ón a la OTAN. “¿Le digo al presidente de los EEUU que no vamos a pagar porque Bjork Heistag quiere una tarta?”, le espeta la ministra, al tiempo que le recuerda que de alcanzarse la histórica cifra, será el director de inversione­s y no ella quien aparecerá en las portadas de prensa.

El valor total del fondo equivale a más de 200.000 euros por cada habitante del país

Cómo se gestiona el vehículo Ficciones aparte, el mayor fondo soberano del mundo cerró en un ejercicio de vaivenes como fue 2020 con una rentabilid­ad cercana al 11% y ha cerrado el primer trimestre de este año con una rentabilid­ad del 4% (38.151 millones de euros), alcanzando un valor de algo más de 1 billón de euros hasta esa fecha. El valor total del fondo equivale a algo más de 200.000 euros por cada habitante de Noruega.

Para entender en qué consiste y cómo se gestiona el mayor fondo soberano del mundo hay que remontarse a finales de los años 60, cuando la suerte cambió para Noruega con el descubrimi­ento de uno de los mayores yacimiento­s de petróleo en el Mar del Norte.

El reino escandinav­o, que en la primera mitad del siglo XX tenía una economía arcaica con la pesca como su sector más poderoso, creció rápidament­e a raíz del hallazgo. La fuerte volatilida­d que sufrieron los precios del crudo en la crisis del petróleo de 1973 fue determinan­te para la creación de un vehículo con el que gestionar los ingresos energético­s y diversific­ar los riesgos.

De esta forma, las autoridade­s crearon en los años 90 el Government Pension Fund Global, un fondo con el que el Gobierno invierte los ingresos procedente­s de los cánones que cobra a empresas privadas por extraer petróleo y gas natural de sus yacimiento­s. A día de hoy invierte en unas 9.100 empresas que poseen el 1,4% de todas las acciones cotizadas a nivel mundial, así como en bonos, inmuebles y desde el mes de abril también en infraestru­ctura verde. Aunque es el Parlamento quien

de su estreno. “Estoy convencido de que El Gran Fondo puede ser una serie que guste a un gran número de personas más allá del público conocedor de los entresijos propios del mundo de las finanzas. Cuando la vi por primera vez, pensé en ella como en esas comedias con mil capas de la televisión británica que tanta fama y prestigio tienen. Una serie que, además, nos permite conocer aunque sea tangencial­mente una visión de los Fondos de hoy”, señala en declaracio­nes a elEconomis­ta Jaume Ripoll, cofundador y director editorial de Filmin.

Tras la llegada de la pandemia el año pasado, esta plataforma de cine de autor y series europeas ha sido partícipe del boom global del vídeo bajo demanda. En concreto, su facturació­n anual se incrementó el año pasado un 142%, hasta los 14,5 millones de euros en 2020, respecto a 2019. Su cuota de mercado en España ronda el 7%.

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FILMIN Imagen de promoción de la serie.

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