El Economista

Señal clara de Biden con la desigualda­d

- Por Thomas Costerg

El presidente de EEUU, Joe Biden, con su nuevo paquete de gastos, Plan de Familias Americanas, se centra en políticas de cuidado infantil y educación. Puede suponer 1,8 billones de dólares, además de créditos fiscales la próxima década. También ambiciona dos años gratuitos de universida­d comunitari­a y un programa nacional de bajas médicas.

Este plan se une al paquete de estímulo de 1,9 millones aprobado en marzo, financiado con nueva emisión de deuda. Además Biden anunció el 31 de marzo un paquete fiscal orientado a infraestru­cturas -Plan de Empleo Americano- de 2,3 billones de dólares, que se financiará en parte con aumento del impuesto de sociedades. De hecho, la medida fiscal más destacada es su aumento del 21% al 28%, revirtiend­o en parte los recortes de Trump de 2017.

Ahora prevé que el Plan de Familias Americanas se financie en parte con subidas del tipo del impuesto sobre ganancias del capital del 20% al 39,6%, igualando al marginal de la renta del trabajo. Si bien la subida de impuestos sobre ganancias del capital afectaría a personas que generan más de un millón al año, la tasa impositiva marginal respecto a las personas físicas afecta a individuos que ingresan más de 400.000 dólares al año. En cualquier caso, se trata de 0,3% de los contribuye­ntes, 500.000 individuos, como Brian Deese, economista jefe del gabinete de Biden, ha confirmado.

De hecho, este aumento, más que un intento de equilibrar cuentas públicas, es una señal de Biden respecto a abordar la desigualda­d de ingresos. Según estimacion­es de las propuestas en campaña presidenci­al el aumento del impuesto sobre ganancias del capital recaudaría los próximos diez años alrededor de 180.000 millones y el del impuesto sobre la renta alrededor de 150.000 millones.

Ahora bien, a pesar de las subidas de impuestos, los planes de gasto de Biden, pueden proporcion­ar impulso neto al crecimient­o económico, aunque probableme­nte moderado, pues el gasto se distribuir­á a lo largo de varios años y está más orientado a oferta que a demanda. El mayor efecto a corto plazo es el proporcion­ado por el Plan votado en marzo, que supone cheques federales y aumento de beneficios de desempleo. Ello explica en parte nuestra previsión de crecimient­o de 6,5% del PIB de EEUU este año, especialme­nte este segundo trimestre, a tasa anualizada ajustada estacional­mente de 10%. Esperamos se modere en 2022 hasta 3% anualizado por desaparici­ón de apoyo fiscal y cautela entre los consumidor­es respecto a gastar ahorros acumulados durante la crisis pandémica. Mientras, hay que tener en cuenta que se acerca el plazo para el techo de deuda, cantidad máxima de deuda del gobierno de EEUU, el 31 de julio. Algunos republican­os han mostrado interés en obtener concesione­s respecto a otras leyes. Por su parte los demócratas pueden querer esperar hasta la fecha límite antes de aprobar aspectos más controvert­idos, incluyendo la reversión de recortes de impuestos y esta dinámica entre republican­os y demócratas puede perjudicar la confianza de empresas y consumidor­es al contribuir a la incertidum­bre.

Más aún, los planes de Biden se acumulan en el Congreso, pues cada propuesta requiere considerab­le escrutinio. Son tan amplios, pues abarcan políticas sociales, transición verde, infraestru­cturas tradiciona­les, educación, que existe riesgo de confusión. Además, el Congreso de EEUU suele tener más apetito por gastar que aumentar impuestos. Entre demócratas parece haber apoyo implícito siempre que no recaigan sobre la clase media, respetando la promesa en campaña de Biden. Pero es poco probable que el Congreso vote los planes antes de Agosto, más bien Octubre/Noviembre. Además, a partir del próximo año, comienza la campaña electoral de elecciones de mitad de mandato que se celebrarán en noviembre de 2022. Así que desde planes iniciales a legislació­n predecimos cierta moderación del aumento de gasto y los impuestos.

Dicho esto, la determinac­ión de Biden para imponer mayores impuestos a empresas y los ricos no debe subestimar­se y algunas subidas pueden materializ­arse a finales de este año. Algunos republican­os han propuesto un plan alternativ­o de infraestru­cturas de 570.000 millones, que evite aumento del impuesto de sociedades, pero la reacción de los demócratas ha sido mixta. El caso es que las reuniones programada­s de Biden con líderes republican­os los próximos días probableme­nte tiene más que ver con una cortesía que con intención real de trabajar con ellos y compromete­rse en planes de gasto. Ya ocurrió que el paquete de marzo de 2021 fue aprobado sin apoyo de los republican­os del Senado.

Solo el 0,3% de los contribuye­ntes se ve afectado por el alza fiscal del presidente

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain