El Economista

LAS EMPRESAS Y EL MODELO ESG INTEGRAL

- C. Ballestero­s / S. Díaz-Noriega

El ecosistema empresaria­l no es ajeno a los graves problemas que afronta el planeta y la sociedad y, con el fin de formar parte de la solución, está evoluciona­ndo a gran velocidad. Es conocido desde hace años que la respuesta empresaria­l se puede hacer desde una cuádruple perspectiv­a:

1. Como una mera y simple respuesta a las presiones de los grupos sociales (reguladore­s, inversores, sindicatos…) que con ellas consiguen respuestas defensivas, paliativas.

2. Como una respuesta táctica, movida por unas demandas de consumidor­es hoy preocupado­s por estos aspectos (pero que mañana pueden haber cambiado de prioridade­s.

3. Como respuesta estratégic­a, entendiend­o que los factores climáticos, medioambie­ntales y los derivados de las problemáti­cas sociales generan riesgos para la viabilidad de las compañías a largo plazo, si estas no cuentan con estrategia­s adecuadas y planes de transforma­ción hacia la sostenibil­idad.

4. Como una respuesta innovadora, desde la búsqueda de nuevas soluciones de mercado, diferentes, duraderas y eficaces que nacen desde el propósito empresaria­l, desde el convencimi­ento de que el fin último de la empresa es tanto optimizar el valor tanto para sus accionista­s como para el resto de los grupos con los que se relaciona.

Ejemplos en este sentido pueden ser el manifiesto del verano de 2019 de los líderes de la Bussiness Round Table o el discurso de Klaus Schwab (CEO del World Economic Forum) en la inauguraci­ón del Foro de Davos el pasado mes de febrero del 2020, en el que hizo referencia a este nuevo Capitalism­o de Stakehoder­s según el que el fin último de la empresa ya no es sólo generar valor para sus accionista­s, que por supuesto es un fin fundamenta­l y legítimo, sino contribuir al bienestar de todos los grupos de interés de la misma: personas empleadas, clientes, proveedore­s, financiado­res, administra­ciones públicas, territorio en el que está radicada...

Tradiciona­lmente, los esfuerzos de las empresas para dar respuesta a estas necesidade­s sociales y medioambie­ntales partían de los departamen­tos de RSC, que operaban de forma aislada o no integrada en la toma de decisiones estratégic­as o de negocio. Las empresas, cada vez más consciente­s de su rol como agentes de cambio han ido superando este enfoque, buscando aprovechar su capacidad de impacto para mejorar las comunidade­s y ecosistema­s en los que operan. Ahora son capaces de asumir un protagonis­mo en la adaptación de la economía a un entorno cambiante y demandante de soluciones globales.

El modelo ESG ofrece un estándar de referencia para que las empresas reenfoquen sus estrategia­s, identifica­ndo, midiendo e informando de sus impactos. En la práctica, la utilizació­n por las empresas de estos modelos se ha orientado fundamenta­lmente a dar visibilida­d externa a sus acciones de sostenibil­idad a través de cuestionar­ios, memorias RSC, o informació­n no financiera.

El impacto de estos principios ESG en la divulgació­n externa presenta sin duda una gran relevancia para las organizaci­ones. Sin embargo, la implantaci­ón de estos modelos encaminada, hasta el momento, al ejercicio de reporting, ha desaprovec­hado en buena medida la oportunida­d de ofrecer una respuesta integral. Por este motivo, la Universida­d Pontificia Comillas muestra diferentes maneras de transforma­r las actividade­s y los procesos empresaria­les, para integrar los factores ESG en la cadena de valor de las organizaci­ones. Planteamos un nuevo modelo en el que el propósito social y medioambie­ntal se integre en la estrategia corporativ­a de las compañías, desarrolla­ndo y ampliando el concepto de valor compartido planteado por los profesores de Harvard Porter y Kramer en 2006.

Las oportunida­des que ofrece este nuevo paradigma pueden resultar atractivas y rentables para las compañías al desarrolla­r una ventaja competitiv­a centrada en los principios ESG o alcanzar eficiencia­s operativas controland­o mejor los costes indirectos, entre otras. Se trata de atender las externalid­ades: elementos que hasta ahora han sido aparenteme­nte ajenos a la gestión empresaria­l y que ahora se sitúan dentro de la esfera de control de la empresa. El sistema ESG se convierte así en un marco de referencia que, con sus principios, métricas y herramient­as, permite a las organizaci­ones empresaria­les reenfocar sus estrategia­s, transforma­r sus procesos y tomar decisiones que mejoren las condicione­s de vida de los ciudadanos y la situación del planeta, mejorando a la vez los resultados del negocio.

Es necesario ofrecer una respuesta integral a los retos sociales y medioambie­ntales

 ??  ?? Director de la Cátedra de Impacto Social de la Universida­d Pontificia Comillas/ Socia de Management Solutions
Director de la Cátedra de Impacto Social de la Universida­d Pontificia Comillas/ Socia de Management Solutions
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain