El Economista

La plantilla de la Agencia Tributaria sube el 10% para perseguir el fraude

Montero confirma el alza fiscal generaliza­da

- Ignacio Faes MADRID.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó ayer la subida fiscal prometida a Bruselas, aunque el calendario dependerá de la pandemia y el PIB. Además, reforzará la plantilla de la Agencia Tributaria.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó ayer la subida fiscal que el Gobierno envió a Bruselas en el plan de reformas conocido la semana pasada. Montero reconoció que algunas de las alzas afectará a la clase media “porque persiguen un cambio de conducta” de los ciudadanos. “Cuando digo que este Gobierno no subirá los impuestos a la clase media siempre he diferencia­do la denominada fiscalidad verde, porque lo que hace precisamen­te es que los ciudadanos cambien de hábitos. No hay que tomarlo como una medida aislada, forman parte de un conjunto de reformas encaminado hacia ese nuevo modelo”, dijo.

Sin embargo, Montero apuntó que las reformas podrían retrasarse más allá de lo que se recoge en el Plan de Recuperaci­ón, Transforma­ción y Resilienci­a en 2023 si no se ha recuperado el crecimient­o económico previo a la pandemia, aunque no ve probable que esto pueda suceder. “La reforma fiscal estará siempre condiciona­da a la recuperaci­ón económica”, señaló la ministra en rueda de prensa para presentar los componente­s sobre fiscalidad, lucha contra el fraude fiscal y eficacia del gasto público incluidos en el plan.

Según explicó Montero, no hay ninguna cifra de recaudació­n comprometi­da con Bruselas sobre la reforma fiscal de cara al año 2023, sino que hay un objetivo de reducir paulatinam­ente la diferencia de 7,7 puntos del PIB de presión fiscal que tiene España con la media de la zona euro. “No hay compromiso de cifras, ni se ha exigido ningún compromiso de cifras hasta no ver las conclusion­es de los expertos”, ha remarcado la titular de Hacienda.

La ministra rechaza revisar ahora los tipos reducidos del IVA pese a las recomendac­iones

Por otra parte, la ministra rechazó revisar los tipos reducidos y superreduc­idos del IVA. “Es una materia en la que tenemos el foco porque se entiende en Europa que hacemos un uso demasiado elevado de los tipos reducidos”, argumentó. “Si la pregunta es si tenemos previsto en este momento subir el IVA de determinad­os productos ahora mismo la respuesta es no”, añadió. “Somos más partidario­s de revisar los impuestos directos que de los indirectos”, apostilló.

La previsión del Ejecutivo es que se recuperará­n las cifras de PIB prepandemi­a a finales del año 2022, por lo que las medidas fiscales contemplad­as se prevén para 2023, a pesar de que coincida con la celebració­n de elecciones generales. “Todo está en función de las previsione­s de cifras de crecimient­o. Si no llegamos a las cifras de recuperaci­ón, todo el calendario se movilizará”, indicó la ministra, quien añadió que así se ha negociado con Bruselas y que si se cambia el “cronograma”, también se acordará con la Comisión, por lo que no cree que se puedan poner en entredicho la recepción de los fondos si hay algún retraso de alguna reforma.

La ministra recalcó, sobre una posible subida del IRPF, que “en ningún caso” se van a subir impuestos a la clase media o trabajador­a, sino que se abordará la progresivi­dad del mismo. “Entendemos que la clase media proporcion­almente paga más impuestos respecto a patrimonio­s más altos”, dijo la ministra. No obstante, sí admitió que en lo referido a algunos impuestos, como la fiscalidad verde o a la salud –en el caso del impuesto a bebidas azucaradas–, sí que afecta a la clase media y trabajador­a aunque no persigan un afán recaudator­io.

Más funcionari­os El plan de reformas enviado a Bruselas contiene la creación de 2.600 plazas en la Agencia Tributaria. Con esta medida, Hacienda espera alcanzar los 28.000 funcionari­os en la Aeat. Además, prepara un plan de inversione­s que suma 600 millones de euros.

Este incremento de plantilla exige inversione­s inmobiliar­ias, siempre tomando en cuenta las considerac­iones medioambie­ntales y de eficiencia energética, así como de dotación de las oficinas de nuevos equipamien­tos tecnológic­os. Además, se pretende abordar una modernizac­ión informátic­a de la gestión tributaria. Así, en la inversión recogida en el plan se plantean cambios informátic­os que tienen un sobrecoste para el Departamen­to de Informátic­a de la Agencia Tributaria. De igual forma, el Ejecutivo ha señalado que son necesarias inversione­s en el ámbito de Aduanas para reforzar la lucha contra el contraband­o y el narcotráfi­co.

La Agencia Tributaria contaba, a 31 de diciembre de 2019, con una plantilla de 25.400 personas, un 0,02 por ciento más que en 2018, de las cuales el 53,06 por ciento son mujeres y el 46,94 por ciento hombres, con una edad media de 52,04 años (prácticame­nte la misma edad que en 2018).

“Por esta razón, se plantea como objetivo prioritari­o de la AgenciaTri­butaria, tal y como prevé su plan estratégic­o 2020-2023, la recuperaci­ón progresiva de la cifra de empleados de los que disponía antes del impacto de la crisis económica, con el compromiso de “reforzar y rejuvenece­r la plantilla”, apuntó Montero.

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EFE La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

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