Inequidad en el pago de pensiones
La contributividad obliga a que la cuantía de esas prestaciones sea acorde a los pagos que cada trabajador desembolsó
Los expertos alertan de que la reforma del sistema de cotización de los trabajadores autónomos (llamado Reta) presenta un peligroso efecto secundario, inevitable tal y como el Gobierno ha diseñado la futura ley. En concreto, los trabajadores por cuenta propia y los asalariados, que se sitúan en determinados tramos de cotización (13.000-22.000 euros anuales), tendrán derecho a una pensión idéntica cuando se jubilen. Nada habría que objetar a esta circunstancia si ambos hubiesen aportado lo mismo, y durante el mismo tiempo, a la Seguridad Social. Sin embargo, no es el caso. Se puede dar la circunstancia de que un asalariado haya abonado casi 3.800 euros anuales, frente a los 3.300 euros que pagará un autónomo en ese misma situación, y ambos tendrán derecho a una prestación idéntica. La paradoja estriba en los cambios que se harán con la reforma del Reta en las bases reguladoras, el factor realmente decisivo para calcular la futura pensión, por encima de las cuotas que corresponda abonar a cada trabajador. Sin duda, el Gobierno le había dado una orientación adecuada a dicha reforma, al abordar el problema de la ineficiente cotización de los autónomos y la desprotección en la que se encuentran cuando llegan a su edad de retiro. El sistema que fomenta que aporten a la Seguridad Social según sus ingresos reales constituye una buena solución. Sin embargo, no debe llevarse a cabo perjudicando el principio de contributividad sobre el que se funda el sistema de pensiones, un perjuicio que también se da en el caso de los sueldos más altos, los cuales llevan años soportando pagos crecientes sin compensaciones en sus pensiones. La cuantía de estas últimas tiene que ser acorde al esfuerzo que cada trabajador ha hecho durante su vida activa.