BofA: “Si se produjo una burbuja en ESG, ya no la hay”
La prima que se paga por los mejores valores sostenibles, en vez de crecer, se ha estrechado
Si en algún momento se produjo una burbuja en la inversión sostenible, “ya no la hay”. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de un reciente informe de Bank of America (BofA), que señala: “A pesar de los masivos flujos hacia activos con sesgo ESG (acrónimo que alude a los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza), y al creciente interés que éstos despiertan, la prima que se paga por los valores con buen rating de sostenibilidad no se ha ampliado, sino que se ha estrechado”. Según los expertos del banco estadounidense, “si bien el interés de ESG está creciendo, todavía hay un espacio significativo para la participación de los inversores”.
Uno de los signos claro de burbuja es que el inversor desembolse una prima excesiva “y, aunque algunas áreas dentro del ESG, como las energías limpias, se han revalorizado de forma notable, las valoraciones para las buenas acciones ESG prácticamente no muestran semejanzas con una burbuja”, se advierte en el informe.
Este análisis revela que las compañías del S&P 500 situadas en el mejor quintil según el rating de sostenibilidad que les otorga MSCI cotizaban, hace varios años, con una prima de entre el 20% y el 30% respecto a aquellas situadas en el peor quintil. Ese diferencial llegó a alcanzar el 50% al inicio de la pandemia. Sin embargo, actualmente esa prima se ha reducido a un 5%. BofA ha realizado este ejercicio utilizando el rating ESG de MSCI, pero también las calificaciones de Sustainalytics y de Refinitiv, con resultados similares.
Probablemente, explican los analistas de BofA, esto se debe a que los inversores se estarían fijando menos en las compañías con mejor calificación en sostenibilidad, y preocupándose más por identificar a las que están mejor posicionadas para mejorar sus aspectos ambientales, sociales y de gobernanza, muchas de las cuales aún obtienen puntuaciones en aspectos ESG inferiores a la media.
En lo que llevamos de año, casi 3 de cada 10 dólares en flujos de renta variable global se han dirigido a fondos sostenibles.
La 'prima sostenible' se ha reducido