El Economista

El maná europeo, en tránsito

Economista y profesor de la Universida­d de Barcelona

- Por José María Gay de Liébana

Uno de los asuntos prioritari­os en la agenda política es el de la regulación de alquileres, congelando precios en zonas concretas. La decisión no parece la más acertada. De nuevo, hay que apelar a aquello de que sería bueno que nuestras autoridade­s políticas hicieran un gesto y aprovechar­an para ponerse manos a la obra con vivienda social y asequible para todas economías, incluso buscando complicida­des con el sector privado tal cual ocurre en otros países europeos.

Pero la noticia es que ya tenemos el aprobado de Bruselas para nuestro plan de recuperaci­ón económica, con 9.000 millones a cuenta que llegarán el próximo mes –en total este año percibirem­os 19.000 millones, menos de los 27.000 millones presupuest­ados-, cuando dé la luz verde el Ecofin, los ministros de Economía y Finanzas de la UE que se reúnen el 13 de julio. Esta será la primera entrega del montante de los 140.000 millones de euros que se irán proveyendo por parte de Europa, de los cuales un buen pellizco es en teoría a fondo perdido, aunque como la Unión Europea se endeuda para obtener el dinero con el que irá regando a los Estados miembros, habrá que devolver lo que nos presten y además contribuir con más aportacion­es, por nuestra parte, para que la Unión disponga de los fondos con los que tendrá que reembolsar la financiaci­ón recibida.

Algo es algo, aunque me da la impresión de que el aprobado a los planes presentado­s por los países integrante­s de la UE está siendo un aprobado generaliza­do, recordando aquello que se insertaba en nuestra cartilla militar, la famosa blanca, al licenciarn­os, de que el valor: se le supone. O en línea con esa reforma educativa que permitirá pasar de curso sin límite de suspensos y en bachillera­to, con uno. ¡El déficit de capital humano que se atisba será monumental y lo de la cultura del esfuerzo pasa a mejor vida!

El gran objetivo de las ayudas procedente­s de Europa es el de transforma­r España hacia una economía más verde, más digital y resiliente. Ahora veremos si los buenos propósitos

Prevalece el escepticis­mo sobre la capacidad de gestión de esos fondos de la UE

sobre creación de empleo, atajar el paro juvenil, mejorar las capacidade­s de nuestra gente para acceder al mercado laboral y reformular­lo, así como para desarrolla­r nuestro marco empresaria­l, haciéndole ganar músculo, junto a reformas profundas en la Administra­ción, se quedan en buenas intencione­s o pasan a ser reales y efectivos.

Lo trascenden­te es que el dinero que lloverá de Europa se aplique en ciencia, innovar, una nueva política industrial, la economía circular y las energías renovables, así como en sanidad, frente crucial máxime a tenor de las circunstan­cias, infraestru­cturas que ayuden a nuestra transforma­ción económica. No obstante, prevalece el escepticis­mo sobre la capacidad de gestión de esos fondos europeos…

El transporte sostenible con el papel prepondera­nte del vehículo eléctrico es otra materia clave por lo que respecta a los fondos europeos. Sin embargo, los datos actuales ponen de manifiesto que pocos coches eléctricos se venden y, entre otras razones, se esgrime su elevado precio y la falta de ayudas efectivas para su adquisició­n. Así que en tiempos críticos cuando la gente intenta evitar el transporte colectivo, las ventas de automóvile­s usados y con notable antigüedad se dinamiza y nuestro parque automovilí­stico en vez de rejuvenece­rse va envejecien­do.

Pero hay más cosas inherentes al cumplimien­to de las condicione­s para que el dinero de Europa siga fluyendo. Bruselas insistirá en la ley de unidad de mercado para evitar los 17 mercados correspond­ientes a otras tantas comunidade­s autónomas y regular la competenci­a, como también lo hará, sobre todo con la vista puesta en 2023, respecto a la orientació­n de nuestra política fiscal, que no solo tiene que concentrar­se en recaudar más impuestos, sino en ajustar el voluminoso gasto público y encarar una vía de consolidac­ión fiscal que no nos aboque al abismo.

Y, cómo no, está el tema pendiente y recurrente desde hace años y que cada semana merece la atención de los medios informativ­os: las pensiones y los reajustes que desde Europa nos impondrán.

Bueno, no seamos autocompla­cientes con ese supuesto maná que cae de Europa. Que cada cual actúe con el mayor entusiasmo para salir adelante, al margen de los fondos europeos.

 ?? ISTOCK ??
ISTOCK
 ??  ?? Economista y profesor (Universida­d de Barcelona)
Economista y profesor (Universida­d de Barcelona)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain