La presión inversora eleva los precios del capital riesgo a niveles de 2007
El auge de ‘megafondos’ está incrementando la competencia en las transacciones
Con la incursión de los grandes fondos de private equity en España hace unos años, comenzaron los recelos sobre el aumento de las valoraciones de las compañías nacionales, en un momento en el que el sector del capital riesgo patrio contaba con un número de jugadores que se podía contar con los dedos de las manos. La realidad en aquel entonces era que pocos inversores podían competir con los grandes extranjeros, que desde principios de la década de los años 2000 comenzaron a ver a España como una buena plaza de inversión a la que destinar sus recursos. Fue el momento en el que desembarcaron fondos de la talla de Carlyle, Advent o Permira. Un interés que se elevó exponencialmente con la salida de la anterior crisis económica y que supuso el aterrizaje formal -oficina mediante- de conocidos jugadores como el estadounidense KKR, el sueco EQT o el británico Cinven.
Ahora, años más tarde y en otra crisis provocada por la pandemia del coronavirus, las altas valoraciones de las compañías españolas son una realidad y todo el sector coincide en que estamos en un momento “claramente vendedor”, según explican. Especialmente, a nivel de las grandes transacciones. En lo que va de año, los fondos de capital riesgo internacionales han cerrado en la Península Ibérica importantes y mil millonarias operaciones como la compra del portal de vivienda Idealista, la del gigante de residuos Urbaser o la del ‘rey’ de los envases Logoplaste, entre otras. Y si todo va según lo previsto, la previsión es que el ritmo no pare de cara al último semestre del año.
Rotación de carteras En este contexto, diferentes directivos de fondos consultados explican a elEconomista que “la presión por hacer deploy de capital está siendo enorme, más que otros periodos previos. Ningún inversor quiere sobrepagar por los activos, pero como la competencia es igual que en otros países europeos, aceptan unos múltiplos mayores por determinadas compañías que hace unos años hubieran sido impensables”. Y es que, según cuentan, “los precios de las compañías españolas de tamaño considerable y con buen negocio llevan años creciendo y difícilmente creo que vayan a bajar”. Por ello, son numerosos los fondos que quieren aprovechar este tirón y están rotando participa
Blackstone (BCP VIII)*
Apollo (IX Fund)*
CVC (VIII Fund)
EQT (IX Fund)
Advent (IX Fund)*
Cinven (VII Fund)
BC Partners (European Capital XI Fund)**
Ardian (Buyout Fund VII)
Carlyle (V European Fund)
KKR (VI European Buyout Fund)** das de sus carteras tiempo antes de lo previsto.
En esta línea, José Antonio Zarzalejos, socio de Corporate Finance y M&A de KPMG en España explica que, en esta situación, “estamos viendo sin duda una mayor actividad de rotación en las carteras, pero no ya por una ausencia de oportunidades de tamaño sino porque estamos viviendo un mercado idóneo para los vendedores, en el que los niveles de liquidez y el apetito inversor están impulsando las valoraciones”.
Para el socio de KPMG, el fuerte apetito de los grandes inversores (LPs, por sus siglas en inglés) no está generando una burbuja de megafondos, pero sí apunta a que “hay un fuerte apetito inversor que se extiende en muchos sectores y geografías”. “Indudablemente, esto está teniendo un impacto en valoraciones que durante los últimos meses observamos claramente en tendencia alcista”, añade Zarzalejos.
Esta subida en las valoraciones está muy ligada así al impacto de la pandemia en los diferentes sectores, mientras algunos han salido reforzados por el coronavirus o se han consolidado como valores refugio, otros han quedado muy descartados por el largo tiempo que necesitarán para recuperarse.
Pese a que todavía no está claro cómo evolucionará la pandemia, la realidad es que las grandes incertidumbre sí se han disipado, volviendo a disparar el nivel de actividad.
Captación de recursos Los fondos siguen captando capital, pero lo hacen a un ritmo más pausado que meses atrás. Según Isabel Rodríguez, socia de King & Wood
Mallesons, “es cierto que, ante el optimismo en la mejora de las perspectivas económicas y sanitarias derivadas de la crisis del coronavirus, se está acelerando la captación de fondos en comparación con estas mismas fechas del año pasado. En nuestra opinión, el impacto del coronavirus en los procesos de fundraising ha implicado principalmente un retraso temporal más que un gran impacto sobre las cifras finalmente recaudadas”.
“Entre los inversores está cada vez más extendida la idea de aprovechar las oportunidades que suelen generarse en momentos de fuerte recesión. La historia ha demostrado que los fondos con vintages inmediatamente subsiguientes a cualquier recisión tienden a ser más rentables debido a que los gestores pueden aprovechar buenas oportunidades de inversión y maximizar el retorno de sus posiciones durante la ulterior recuperación económica. Si los portfolios de los gestores superan la crisis con retornos positivos, el interés por el activo crecerá”, recalca.
Muchos, además, quieren aprovechar el fácil acceso a la liquidez y contar con recursos ante las dudas de si llegará o no la temida subida de tipos. Para Rodríguez, “en un escenario de subida de tipos, es previsible que las preferencias de los inversores se ajusten de forma correspondiente y sus asignaciones al capital riesgo disminuyan”.
Hay un fuerte apetito inversor que se extiende en muchos sectores y geografías
El Covid ha retrasado la captación de fondos, pero no la cantidad recaudada