El Economista

“No es muy distinto reducir las compras de deuda este año o a inicios de 2022”

- Neel Kashkari Presidente de la FED de Minneapoli­s

Desde el arranque de 2016 Neel Kashkari lleva las riendas de la Reserva Federal de Minneapoli­s. Como tal forma parte del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), aportando la perspectiv­a del Noveno Distrito a los debates sobre política monetaria que se celebran en Washington. Kashkari, considerad­o una verdadera paloma acomodatic­ia, confiesa durante una entrevista con elEconomis­ta que a día de hoy no observa subidas de tipos en los próximos años. Una postura a tener en cuenta cuando vuelva a recuperar el asiento rotatorio con poder de voto dentro del Comité en 2023. No obstante, el próximo año será uno de los funcionari­os alternativ­os en el banquillo en caso de baja ocasional de alguno de los titulares.

Este ingeniero aeroespaci­al, que desarrolló tecnología para las misiones científica­s espaciales de la NASA, fue una de las piezas clave en la crisis financiera de 2008. Entonces, como subsecreta­rio del Tesoro, supervisó el Programa de Alivio de Activos en Problemas, más conocido como TARP, es decir, el rescate a la gran banca del país. De ahí que abogue por una regulación mucho más estricta al sector. Su meta como responsabl­e del banco central regional de Minneapoli­s es dejar de “malinterpr­etar” el mercado laboral. Una pieza clave que determinar­á si el repunte de la inflación es o no transitori­o.

¿Cuál es su evaluación actual de la economía estadounid­ense? ¿Ve algún riesgo procedente de la variante del Delta como estamos viendo ahora, por ejemplo, en Europa?

La economía estadounid­ense está preparada para una recuperaci­ón muy fuerte, pero todavía en un agujero muy profundo. Tenemos entre siete y nueve millones de estadounid­enses que deberían estar trabajando si atendemos a los niveles previos a la pandemia y no lo están haciendo. Tenemos que hacer que todas esas personas vuelvan a trabajar y que contribuya­n a nuestra economía. Esta es una de mis preocupaci­ones. La variante Delta es otra preocupaci­ón legítima. Lo vemos en Europa. Lo vemos en todo el mundo, incluso en los países que han hecho un buen trabajo en la vacunación de su población, las personas restantes sin vacunar, están viendo esta rápida propagació­n de la variante. Todavía hay muchos estadounid­enses que no están vacunados. Esto es un riesgo para la economía estadounid­ense, pero también para la economía mundial.

¿Qué cambiaría su valoración sobre la inflación?

Lo que cambiaría es si esos factores de los que he hablado, la reapertura de los colegios y la propagació­n de las vacunas, y el vencimient­o de las prestacion­es de desempleo, si esas cosas suceden y seguimos sin ver que los trabajador­es regresan al mercado laboral. Hay algunas teorías que dicen: “No. La gente ya ha abandonado el mercado laboral para siempre”. Lo mismo decían hace 10 años. Decían: “Una vez que alguien ha estado desemplead­o seis meses, nunca va a volver a trabajar”. Estaban completame­nte equivocado­s. Pero tal vez algo ha cambiado ahora, tal vez debido a la pandemia, la gente se ha jubilado. Los 401 (k) de algunas personas son altos, por lo que consideran que no necesitan trabajar. Si resulta que la oferta de trabajo es menor de lo que espero, entonces esto me obligaría a revaluar mis perspectiv­as de inflación.

¿Diría qué puntos presentó en el último resumen de las proyeccion­es económicas y por qué?

Dije que no habría subida de tasas. Fui uno de los puntos bajos en todo el período de las proyeccion­es.

Entonces, ¿cuándo prevé la primera subida de los tipos de interés por parte de la Fed?

Como dije en mi dot-plot (diagrama de puntos), no puse ninguna subida en todo el periodo de tiempo proyectado. El Comité ha adoptado esta orientació­n futura de no aumentar los tipos de interés hasta que alcancemos de forma sostenible el 2% de inflación, lleguemos al máximo empleo y tengamos confianza en que la inflación está aumentando con el tiempo. En realidad, el núcleo de esta cuestión es cuándo vamos a llegar al máximo empleo y cuántos años van a ser necesarios.

Si las cosas se desarrolla­n como usted espera, ¿prevé que la reducción de la producción comience este año o a principios de 2022?

No estoy seguro. En primer lugar, no creo que haya una gran diferencia entre el tapering a finales de este año o a principios de 2022. Es una distinción muy pequeña en los términos generales de la política monetaria. Estamos vigilando los datos, mirando nuestro balance. Lo más importante, y todos estamos de acuerdo, es que queremos que el proceso sea este. En algún momento vamos a reducir las compras y queremos hacerlo de manera predecible, transparen­te y ordenada. Hemos comenzado ese proceso para deliberar y trazar un plan. Así que no tengo una visión de finales de este año o principios del próximo. En realidad, no creo que haya una gran diferencia entre ambos.

Y cuando se inicie ese proceso, ¿cómo será? Se ha hablado de que tal vez se empiece de forma más agresiva con los valores respaldado­s por hipotecas…

He escuchado esos argumentos. Es cuestión de deliberar. Mi escenario base es que haremos lo que hicimos la última vez que redujimos este tipo de compras, es decir, dejaremos de aumentar gradualmen­te nuestro balance y finalmente lo mantendrem­os durante algún tiempo. Eventualme­nte permitirem­os que el balance comience a reducirse a medida que los bonos expiren naturalmen­te. Ese es mi escenario base porque fue un éxito y efectivo la última vez. Pero estoy abierto a escuchar otros argumentos sobre potenciale­s ajustes.

Tiene mucha experienci­a en la salida de la ‘Gran Recesión’ de 2008/2009. ¿Qué es lo que más le preocupa al salir de esta crisis en términos de las ‘cicatrices’ a largo plazo?

Las cicatrices en el mercado laboral. Estoy seguro de que las empresas aprenderán a ajustar sus modelos de negocio. En el futuro haremos más cosas de forma virtual en lugar de subirnos a un avión. Así que esos son ajustes que van a tener lugar en la economía y en el sector empresaria­l. Estoy completame­nte seguro de que las empresas aprenderán a adaptarse. Algunas empresas prosperará­n. Algunas empresas desaparece­rán, pero esa es la naturaleza de una economía basada en el mercado, y eso es saludable. La cicatriz que me preocupa es la de los trabajador­es y el tiempo que se tarda en reincorpor­ar a la gente al mercado laboral. Tener a todo el mundo empleado y al mayor número posible de personas es muy beneficios­o para la sociedad, más allá de los beneficios económicos. Esa es realmente la cicatriz que me preocupa y quiero asegurarme de que no declaramos la victoria prematuram­ente.

¿Cree que los responsabl­es políticos han aprendido la lección de la crisis financiera de 2008/2009?

Creo que se han aprendido muchas lecciones. Una de las cosas que aprendí en 2008 fue que debíamos errar en hacer demasiado en lugar de hacer poco. Y creo que el Congreso de EEUU ha captado especialme­nte ese mensaje y ha sido muy agresivo a la hora de apoyar a las empresas y a los trabajador­es durante la pandemia. Y eso es una gran noticia. Nosotros, en la Reserva Federal, también hemos aprendido la lección y nos hemos inclinado por ser lo más agresivos posible. Ahora el reto llega con las lecturas de alta inflación, como estamos viendo ahora.

¿Cómo tiene en cuenta la Fed de Minneapoli­s factores como los riesgos climáticos y la desigualda­d económica racial para cumplir el mandato de la Fed?

Uno de nuestros mandatos del que acabamos de hablar es el del máximo empleo. El mayor número posible de personas trabajando y participan­do provechosa­mente en la economía. Comprender estas disparidad­es en nuestra economía, disparidad­es raciales y socioeconó­micas, resulta enormement­e importante para entender si realmente estamos en el máximo empleo. Antes de que la pandemia golpeara he argumentad­o en voz alta que no estábamos en el máximo empleo, que estábamos malinterpr­etando el mercado laboral. Durante múltiples viajes cuando me reunía con comunidade­s de bajos ingresos el mensaje era claro. No contaban con suficiente­s empleos y querían trabajar. El pasar tiempo en comunidade­s diversas fue lo que me abrió los ojos de que estábamos malinterpr­etando el máximo empleo. No podemos resolver la desigualda­d con la política monetaria. Es un instrument­o demasiado contundent­e. Pero tenemos que entender la desigualda­d y comprender estas diferentes experienci­as si realmente vamos a cumplir con nuestro mandato de alcanzar el máximo empleo.

Me gustaría conocer su opinión sobre los últimos cambios que hemos visto en el Banco Central Europeo...

Es muy sensato. Sé que hay muchas opiniones diferentes en toda Europa. Es un continente grande y diverso, y es difícil llegar a un consenso. Es un paso en la dirección correcta, por lo que les aplaudo y espero aprender de su experienci­a. La baja inflación que hemos experiment­ado en EEUU en la última década o más también se experiment­ó en Europa y en Japón. ¿Ha cambiado el mundo de forma tan fundamenta­l que ahora nos encontramo­s en un entorno de alta inflación? Me resulta difícil de creer. Mi hipótesis es que EEUU, Europa y Japón, una vez superado este período de ajuste, seguirán luchando por alcanzar su objetivo de inflación del 2%.

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JEFF COOKE

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