Nuevo organismo europeo y reglas armonizadas contra el lavado de dinero
Bruselas propone cambios significativos para evitar los escándalos fiscales
En pocas áreas la UE ha generado más propuestas que en la lucha contra el lavado de dinero y la financiación de terrorismo, y por ello también ha sido uno de sus más visibles fracasos. A pesar de las seis revisiones de la directiva para evitar el blanqueo de capitales en Europa, los escándalos no han parado de sucederse en los Estados miembros durante los últimos años. El más notorio salpicó al danés Danske Bank, el cual introdujo en el circuito legal al menos 200.000 millones de euros a través de su sucursal en Estonia. Europol estima que alrededor del 1% del PIB de la UE está relacionado con actividades sospechosas.
La estrategia de intentar reforzar la cooperación entre las autoridades nacionales con sucesivas directivas no ha funcionado. Por eso, la Comisión Europea cambiará el planteamiento con las propuestas que pondrá hoy sobre la mesa. Tal y como llevaban pidiendo desde hace tiempo Francia, España o el BCE, el Ejecutivo comunitario propondrá la creación de una nueva autoridad europea que “jugará un papel fundamental en el futuro régimen de la legislación contra el lavado de dinero y la financiación de terrorismo de la Unión”, según dice el borrador de la propuesta, al que tuvo acceso elEconomista.
Pero Bruselas no se quedará ahí. También creará reglas únicas para toda la UE, sin margen de interpretación para los supervisores nacionales, con las que se evitará las discrepancias entre las legislaciones nacionales de las que se han aprovechado las redes criminales.
El borrador del nuevo código común, al que también tuvo acceso elEconomista, clarificará y reforzará aspectos como la debida diligencia con los clientes para conocer la procedencia de los fondos o las reglas para identificar a los dueños beneficiarios. Además, la propuesta incluye la prohibición a los comerciantes de bienes y servicios de aceptar pagos en metálico superiores a 10.000 euros por una única compra, aunque los Estados miembros podrán reducir más aún este límite.
Estados miembros, instituciones y otras voces habían discrepado sobre si convenía crear una autoridad europea cuando ni si quiera se tenía un marco único de reglas robusto. La Autoridad Bancaria Europea, responsable en la actualidad de las pocas tareas compartidas a nivel europeo contra el lavado de dinero, defendía que convenía primero tener un código armonizado de aplicación directa.
Alemania, Francia, Italia, España, Holanda y Letonia firmaron en noviembre de 2019 una declaración conjunta pidiendo esta autoridad europea para evitar los errores de los supervisores nacionales. La Comisión presentó en mayo de 2020 su plan de acción, confirmando que se propondría no solo un sistema
La Unión Europea limitará a 10.000 euros los pagos en metálico por una única compra
de reglas único sino también un nuevo organismo europeo.
Según la propuesta que será presentada hoy, esta autoridad contará con 250 trabajadores y un presupuesto de 45,6 millones de euros cuando funcione a pleno rendimiento, que se financiará en parte a través del presupuesto comunitario pero también con tasas que pagarán las entidades directamente supervisadas. La ABE transferirá los poderes que tiene a este nuevo organismo, que debería estar listo para 2023, aunque la supervisión directa arrancará tres años más tarde.
Según indica el borrador, la autoridad se convertirá en “pieza central” del nuevo sistema de supervisión integrado contra el blanqueo de capitales. Supervisará directamente y tomará decisiones sobre algunas de las entidades.