La ‘Generación X’, ¿crisis u oportunidad de inversión?
Mucho se ha dicho y escrito sobre la Generación Z (personas nacidas entre 1995 y 2010). Algo similar ocurre con los millennials –o Generación Y– (nacidos entre 1982 y 2004). Pero poco se ha escuchado sobre la Generación X, que comprende a los nacidos entre 1965 y 1981, pese a ser el colectivo que está hoy –y en los años inmediatamente venideros– a cargo de gran parte de la gestión laboral y financiera. Hay quien la llama la generación perdida, pero, en realidad, suponen una inusual oportunidad de inversión.
Las personas de entre 41 y 57 años están en la plenitud de sus vidas. Constituyen la mayoría de los altos ejecutivos de empresas y también son líderes como emprendedores y fundadores de compañías emergentes que saben cómo atraer capital de riesgo. Frente a la Generación Z, que prioriza el equilibrio entre vida personal y profesional y siente poco o ningún apego a un puesto permanente y/o con el mismo empleador a lo largo de su carrera, la Generación
X sigue viendo el trabajo como el centro de sus preocupaciones. Según diferentes estudios, los miembros de la Generación X son egocéntricos, viven estresados y se adaptan con menos facilidad a nuevas situaciones por miedo a perder su trabajo. Por otro lado, se involucran en sus empresas, asumen responsabilidades y toman la iniciativa. La noción de ser parte de la imagen de la empresa es para ellos importante y unificadora. Esta actitud es buena para la productividad, por lo que sus empleadores la alientan y utilizan.
Es una generación de transición: ha vivido el surgimiento de Internet, habiendo conocido la vida antes y después de este hito tecnológico y social. Y también se la conoce como generación sándwich, atrapada entre el cuidado de sus mayores y el de sus propios hijos, con las importantes obligaciones financieras que esto supone residencias, atención médica y cuidados a personas mayores, costes de la educación y la crianza de los hijos...
La Generación X tiene, sin duda, más dificultades y está más endeudada que los millennials o los baby boomers, pero, en términos de creación de riqueza, impacto económico y valor industrial, se espera que la Generación X supere tanto a los baby boomers como a los millennials. Según un estudio de Deloitte, los inversores de la Generación X llegarán casi a cuadruplicar sus activos a 22 billones de dólares en 2030, frente a los 11 billones de dólares de los millennials.
Desde el auge y la caída de la burbuja de las puntocom que probablemente afectó a sus padres, hasta la crisis financiera de 2008, esta generación ha visto subir y bajar el mercado... y volver a subir en varias ocasiones. Se inclina a comprar y vender acciones en función de la emoción y está más dispuesta a apostar por activos de mayor riesgo.
Los miembros de la Generación X tienden a ser inversores extremadamente escépticos y autosuficientes. También son más propensos que los millennials a buscar la ayuda de un profesional financiero. Pero, debido a que están en el mejor momento de sus vidas, y con algunos miembros de la Generación X acercándose a la jubilación anticipada, quieren consejos rápidos y precisos de quienes administran su dinero.
¿Cómo invierte la Generación X? Ya en la era digital, depende en gran medida de la web para obtener asesoramiento sobre finanzas personales. Sus fuentes confiables de información financiera son búsquedas en Internet (46%), amigos y familiares (40%), sitios de información financiera (36%), YouTube y vídeos online (32%) y consejos de expertos o personas influyentes (26%). En cuanto a los temas de interés principales en el ámbito financiero, para este colectivo son la jubilación (21%), el nivel de ahorro (13%) y las criptomonedas (13%).
De cara a su jubilación, los miembros de la Generación X planean depender financieramente de una combinación de activos tradicionales, es decir, la pensión (51%), sus ahorros y los planes de pensiones (40%). Otras inversiones en el mercado de valores también ocupan un lugar destacado en la lista, y las criptomonedas ganan peso, viéndolas como un activo financiero para el futuro junto con elementos de inversión más tradicionales.
Con este contexto, ¿cómo podemos invertir en la Generación X? Creo que pueden explorarse varios temas, entre ellos, productos ligados a pensiones, acciones en compañías que despuntan como las favoritas de esta generación, como Apple, General Electric, Microsoft o Amazon.com; y criptomonedas como Bitcoin, la más utilizada por este grupo de edad. No descartemos tampoco inversiones a largo plazo, como por ejemplo, en compañías tipo Berkshire Hathaway.
Son más propensos que los ‘millennials’ a buscar la ayuda de un profesional financiero