Oltra dimite y debilita la coalición de Gobierno de Puig
Renuncia antes de que Compromís elija entre ella o seguir en la Generalitat Valenciana junto a socialistas y Podemos
La realidad acaba imponiéndose y el intento de Mónica Oltra de resistir contra viento y marea como vicepresidenta de la Generalitat Valenciana apenas se ha sostenido unos días desde que se hiciera pública su imputación judicial. Minutos antes de que se celebrase una ejecutiva de su partido Compromís que, básicamente debía dirimir si apoyaba a su líder o continuar en el Gobierno de coalición que preside Ximo Puig, Oltra decidió evitar ser el motivo de un posible cisma en el partido valencianista.
La también portavoz de Gobierno y consejera de Igualdad hasta entonces convocó a los medios para anunciar su renuncia, tanto a su puesto en el Consell como a su escaño en Les Corts autonómicas. Visiblemente emocionada y alternando momentos de lágrimas con otros de enfado, Oltra justificó su cambio de postura en salvar el papel de Compromís en el Gobierno de coalición y sus políticas de izquierdas.
Pero además, la hasta ahora vicepresidenta no dudó en responsabilizar en parte al presidente socialista Ximo Puig de su salida, ante las filtraciones sobre que barajaba destituirla y romper la coalición del Botànic si era necesario. Una situación que aseguró que ya sabía como acababa tras la estrategia que siguió el socialista para convocar las últimas elecciones autonómicas sin pactar con su aliado. “Políticamente no le voy a dar la coartada al PSOE para que rompa las políticas de izquierdas del Gobierno del Botànic, no sé si así ha quedado claro”, comentó en un tono airado.
Oltra insistió en que “si tiran a Compromís del Gobierno no será por mí”. Además reconoció que no había comunicado al presidente valenciano su decisión y que lo estaba haciendo de manera oficial al comparecer ante los medios. Una muestra de la falta de sintonía entre la pareja que protagonizó el llamado Gobierno del cambio valenciano.
Las palabras de Oltra revelan la profunda desconfianza entre los dos grandes socios del Botànic cuando queda menos de un año para el final de legislatura. Tampoco augura una tercera reedición del pacto de Gobierno sencilla. Unos y otros tienen en mente desde hace meses las elecciones y buscan marcar distancias en aquellas materias que les separan en su electorado.
La marcha de Oltra supone un duro golpe para las ambiciones electorales de Compromís, que tiene complicado sustituir a su cara más conocida. De hecho, el partido está dispuesto a que vuelva como cartel electoral si la causa judicial se resuelve favorablemente para ella. Los más fieles de Compromís defienden la teoría de Oltra de que la imputación por posibles irregularidades en la gestión del caso de abusos a una menor tutelada por la que se condenó a su exmarido es una cacería de la extrema derecha.