El ex de Puma que quiere modernizar Harley-Davidson
El alemán dirige desde 2020 la icónica casa de estadounidense con una clara apuesta por atraer nuevos compradores y dejar una huella sostenible
En un artículo publicado el año pasado, el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung se refirió a Jochen Zeitz como “un prodigio de la gestión y salvador del fabricante alemán de artículos deportivos Puma”. Y es que hubo un tiempo, a mediados de los años 90, en que la empresa germana estuvo al borde de la quiebra, llegó a acumular 250 millones de dólares de deuda y tenía en el almacén hasta 1,5 millones de zapatillas baratas de 10 dólares.
Lo contaba The New York Times en una pieza publicada en 2004, en la que el periodista Kevin J. O’Brian elogiaba el papel de Zeitz como “el arquitecto del cambio de rumbo de Puma”, compañía de la que se convirtió en director general a los 30 años (cargo que ocupó entre 1993 y 2011). “Una de las razones por las que tenemos éxito hoy en día es porque hemos seguido un camino completamente diferente”, contó Zeitz a O’Brian en una entrevista de hace casi 20 años. “Esta es una industria que comenzó sirviendo a los atletas. Ya no se trata sólo de atletas, sino de personas a las que les gusta llevar ropa deportiva porque les gusta su aspecto’’, recalcó el consejero delegado de Puma.
Se trataba de un cambio de época, según el periodista del Times: “Un elemento crucial en el renacimiento de Puma fue la decisión del señor Zeitz en 1998 de fabricar calzado y ropa dirigidos a segmentos de consumidores como los practicantes de snowboard, los aficionados a las carreras de coches y los entusiastas del yoga. Puma se transformó en una marca de moda”.
Tras la adquisición de Puma por parte del grupo Kering de FrançoisHenri Pinault, Zeitz fue director de Kering de 2012 a 2016, miembro del comité ejecutivo de la firma francesa y director general de su división Sport & Lifestyle de 2010 a 2012. Y, entonces, en marzo de 2020, mientras el mundo se paralizaba por una pandemia, el alemán iniciaba un nuevo capítulo en su carrera profesional. “Por fuera, Jochen
Zeitz tenía casi todo lo que un hombre de cincuenta y tantos años podía desear para una vida feliz”, relataba el Frankfurter Allgemeine Zeitung. “Una familia joven con dos niños pequeños. Un rancho de 200 kilómetros cuadrados en África con vistas al Monte Kenia. Cuando le apetecía, el piloto aficionado podía mirar a su país desde arriba al volante de su biplano de época”.
Sin embargo, cambió todo eso por una oficina en Milwaukee (EEUU) desde la cual ejerce como presidente y CEO de Harley-Davidson, la empresa que fabrica las motocicletas más famosas del mundo. ¿Su misión? Hacer que las harley sean apetecibles para las nuevas generaciones. Zeitz ya era miembro del consejo de administración desde 2007.
“En 2019, el último año completo no afectado por el coronavirus,
Harley despachó 218.000 motocicletas, obteniendo 424 millones de dólares de beneficio neto sobre 5.360 millones de dólares de ingresos, lo cual es bastante saludable pero está muy lejos de sus días de gloria. Los resultados del primer trimestre de 2021 sugieren que la compañía, con sede en Milwaukee, puede estar dando un giro financiero, pero la realidad es que no hay suficientes nuevos compradores que entren en el mercado para compensar a los pilotos que envejecen”, publicó New York Times el año pasado.
La gran apuesta de Zeitz fue acelerar el lanzamiento en 2021 de la Pan America Special, una moto de 1.250 centímetros cúbicos con la que ir en busca de aventuras por el asfalto, el desierto, la tierra y el barro y que “es un disparo a los fabricantes europeos que han dominado durante mucho tiempo este nicho de mercado”, según el diario estadounidense. El resultado es un vehículo moderno, de alta tecnología y made in America –los motores Revolution Max se fabrican en Milwaukee y las motocicletas se ensamblan en Pensilvania–.
Jochen Zeitz está muy interesado en la sostenibilidad de los productos que vende. De hecho, cofundó con Richard Branson The Team B, una iniciativa mundial sin ánimo de lucro que aboga por prácticas comerciales más centradas en la humanidad y el clima. En 2019, Harley-Davidson puso a la venta su primera moto eléctrica, la llamada LiveWire. “Eso fue algo grande para mí, porque convertir una marca tan tradicional en algo que viera una Harley eléctrica como una oportunidad, sabiendo que el propietario tradicional de una moto no es necesariamente el entusiasta de las eléctricas, ¡fue algo grande!”, contó el mismo Zeitz en la Zermatt Summitt de 2020, un encuentro que promueve una globalización más ética. “Revitalizó por completo la imagen –dijo Zeitz– y lo que antes era una incógnita: ¿puede Harley atraer a la próxima generación?, se convirtió en ¿cómo puedo conseguir esta moto? Es la primera Harley que quiero tener?”.
Harley despachó 218.000 motos en 2019, lejos de sus días de gloria, según el ‘New York Times’