El fabricante estadounidense ha llegado a aportar más del 25% de las exportaciones valencianas
El pequeño municipio valenciano de Almussafes es conocido en toda España por su vecino más ilustre: la factoría de coches y motores cuya primera piedra colocó Henry Ford II en 1974. El anuncio que realizó ayer Ford supone asegurar su continuidad y el mejor regalo para celebrar unas bodas de oro que estaban en el aire. Un alivio para todos los que llevaban meses pendientes de una decisión con el antecedente del cierre de Nissan en Barcelona.
“Lo que ahora ha pasado es que no vamos al abismo”. Así resumía el presidente valenciano, Ximo Puig, la sensación tras meses en vilo pendientes de la cúpula de la marca estadounidense en Detroit. Y es que pese a la euforia disparada por la victoria frente a la planta alemana de Saarlouis, la Comunidad Valenciana se jugaba mucho más que los 6.000 empleos directos que supone ahora mismo las instalaciones del gigante automovilístico.
El complejo de Ford en Almussafes no solo es la mayor fábrica de toda la región. La factoría es el origen y el principal motor de una industria de la automoción que suma cerca de 25.000 empleos y el 11,24% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad Valenciana, según los últimos datos del clúster del automóvil regional AVIA. En total, supone el 6,86% del empleo industrial valenciano, y ello a pesar de que la caída de la producción desde la pandemia ha afectado a las plantillas, con un recorte de un millar de trabajadores solo en Ford.
La instalación de la multinacional en este pequeño municipio valenciano situado a unos 25 kilómetros de la capital marcó un antes y un después. Hoy Almussafes cuenta con cerca de 9.000 habitantes, el doble que antes de su llegada, y la industria instalada en su término municipal ha llegado a suponer el 75% de los ingresos totales del municipio.
‘Made in Spain’
Pero el peso de Ford para la economía valenciana se extiende mucho más allá de la comarca de La Ribera en que están ubicadas sus instalaciones. En las últimas décadas, los coches han sido el producto más exportado por la Comunidad Valenciana, llegando a superar el 25% del valor total de sus ventas a otros países en los años de mayor pujan
El fabricante estadounidense también ha sido en este casi medio siglo de presencia, el mayor inversor extranjero en Valencia. La filial de Ford en España, que tiene su sede Madrid, acumula más de 10.400 millones de euros destinados a su factoría valenciana. Sus últimas grandes inversiones se destinaron a la producción de la última versión del Kuga y el ensamblaje de baterías para sus modelos híbridos, además de sus últimos modelos para su planta de motores. Unos propulsores que muchas veces ocupan un segundo plano, pero que emplean a un millar de trabajadores y también impulsaron la creación de centros de investigación pioneros en la Universidad Politécnica de Valencia.
Y es que más allá de las cifras cuantificables, Ford ha aportado intangibles más difíciles de cuantificar. La marca de Ford ha sido un imán para la llegada de otras multinacionales del sector que hoy tienen un importante peso en Valencia. Gigantes como Faurecia, Plastic Omnium o Mahle desarrollan productos en los centros de I+D que surgieron a partir de sus plantas para proveer a Ford. Además, su presencia ha permitido diversificar su
Ford ha invertido más de 10.400 millones de euros desde que llegó a Almussafes
actividad a pymes de sectores que poco tenían que ver con los coches, desde el juguete al mueble o el baño, que tras lograr acreditarse como proveedores de la planta valenciana hoy fabrican para gigantes del motor de todo el mundo.
También ha sido una cantera de directivos valencianos, como el actual director de Fabricación de Almussafes, Dionisio Campos, que hizo carrera pasando por sus plantas en Reino Unido y Rumanía. Su aportación de materia gris a la economía valenciana también tiene otras muchas reamificaciones, como el salto del modelo de negocio del automóvil a otros sectores, desde el agroalimentario o la distribución, donde grupos como Mercadona han aprendido sus lecciones para optimizar al máximo todos sus procesos.