Abengoa intenta salvar ‘in extremis’ las dudas de la Sepi
El expediente del rescate de 249 millones incluye un informe de pleitos pendientes
La Sociedad Española de Participaciones industriales, Sepi, entregó a las sociedades instrumentales de Abengoa que han solicitado un rescate de 249 “el expediente administrativo completo” de la ayuda, para la que empresa, en el plazo máximo de cinco días, pueda hacer alegaciones. Un plazo que no se agotará. La intención de la multinacional sevillana es presentar sus argumentos al organismo estatal dependiente del Ministerio de Hacienda
cuanto antes (hoy como muy tarde). Y esperar una resolución antes del Consejo de Ministros del martes 28 que salve la empresa in extremis, pues si el día 30 no está el dinero los acreedores pueden solicitar el concurso.
En el expediente figura un informe de Grant Thornton que no encuentra problemas sobre la viabilidad económica de la empresa. Pero también incluye otro, elaborado para la Sepi por PKF, que plantea dudas sobre asuntos jurídicos pendientes, informa Efe.
No se trata de pleitos con accionistas o proveedores, sino de cuestiones como discrepancias por la ejecución de trabajos o pleitos laborales. Todos esos procesos judiciales juntos no superan los 800 millones de euros.
Mientras, siete representantes sindicales de Abengoa permanecen encerrados en la sede de la Sepi desde el martes a mediodía a la espera de que se les ofrezca una clara solución de viabilidad que evite la liquidación del grupo, al que se le agotan los plazos. Estarán allí hasta que haya una solución.
Desde comités de empresa de las filiales que han solicitado rescate se ha criticado que el presidente de Abengoa SA, Clemente Fernández, haya planteado ya la posibilidad de un plan B por si la respuesta de la Sepi es negativa. Ayer, un grupo de trabajadores se manifestó en la sede sevillana de la compañía en Palmas Altas y se encerró en las oficinas reclamando la presencia del presidente para que les diese explicaciones.
Fernández ve improbable el actual plan de rescate del grupo, que beneficiaría básicamente a los fondos estadounidenses que controlan su deuda, y cree que el Gobierno debe impulsar un convenio de acreedores que salve a empresa y empleados con menos de la mitad de recursos públicos.
La situación financiera es agónica, con deudas declaradas en 2019 cercanas a los 5.000 millones. La matriz, Abengoa SA, está en concurso y debe presentar convenio antes del 1 de julio.
El día 30 expira el fondo gestionado por la Sepi para rescatar a empresas estratégicas afectadas por la crisis del Covid, al que Abengoa ha pedido los 249 millones de euros. Y aún antes, el viernes 24, finaliza el plazo que han dado acreedores para ejecutar varios instrumentos de deuda.
El consejero de Presidencia andaluz, Elías Bendodo, situó la salvación de Abengoa en el tejado del Gobierno, toda vez que la Administración andaluza no dispone de instrumentos para empresas en crisis. Cuando se le solicitó un aval de 20 millones en 2020 Bendodo ya agitó el fantasma de los ERE para argumentar la negativa.
El viernes expira el plazo de los acreedores y el día 30 el fondo deja de tener vigencia