La UE ultima un plan de emergencia común para afrontar más cortes de gas
Presentará medidas para reformar el mercado eléctrico después del verano
Ya son 12 los estados miembros de la Unión Europea que están haciendo frente a cortes totales o parciales de suministro de gas ruso. Incluso Alemania se está preparando para posibles racionamientos de cara al invierno. Pero llegar a este extremo en un país como Alemania, motor económico de Europa, puede tener graves consecuencias para el mercado común y por eso la Comisión Europea está trabajando en un plan de emergencia para hacer frente no solo a los cortes ya existentes, sino a futuras disrupciones: “Nos preparamos para lo peor”, ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al salir de una cumbre de líderes europeos marcada por la preocupación por la crisis energética y todas sus ramificaciones a nivel económico.
“Tenemos que estar adecuadamente preparados ante potenciales futuras disrupciones de las entregas de gas ruso a Europa”, ha insistido la líder del ejecutivo comunitario. Bruselas es consciente que Vladimir Putin no está teniendo ningún reparo en utilizar el gas como arma geopolítica y por eso no solo ha pedido a todos los gobiernos de la UE que revisen sus planes nacionales de contingencia sino que está trabajando con los Veintisiete para coordinar un plan de emergencia común que aborde potenciales reducciones de consumo y ahorro eficiente, que presentará en julio.
El anuncio llega después de que Alemania haya activado la segunda fase de su plan ante la escasez de este combustible fósil. “El invierno será difícil”, ha avisado el primer ministro belga, Alexander De Croo. En el caso de España, fuentes del gobierno se muestran ligeramente más tranquilas porque España no depende en la misma medida del gas ruso, pero explican que ya se está empezando a trabajar en el plan nacional de contingencia.
El gas es el gran problema de fondo que está disparando la inflación y lastrando el crecimiento de la economía europea hasta hacer disparar las alarmas de recesión, aunque en Bruselas siguen evitando al máximo hablar de este escenario. Según el presidente del Eurogrupo, Pascal Donohoe, de momento todo indica que la economía europea crecerá este 2022, aunque tímidamente y muy por debajo de lo esperado antes del inicio de la guerra en Ucrania. “Somos conscientes que la recesión es un riesgo, pero ahora mismo lo que vemos es más un crecimiento bajo que una recesión”.
Asimismo, la cuestión energética ha ganado peso en esta cumbre de líderes europeos porque hay gobiernos especialmente preocupados por el otoño y el invierno que viene. El primer ministro italiano, Mario Draghi, ha insistido en aplicar un tope europeo al precio del gas e incluso ha solicitado la celebración de una cumbre extraordinaria en julio para abordarlo, pero no ha encontrado el respaldo de sus
El objetivo pasa por abordar potenciales reducciones de consumo y ahorro eficiente
colegas. Von der Leyen sí que se ha comprometido a estudiar medidas para reformar un mercado eléctrico europeo desfasado a la hora de fijar los precios, una iniciativa que presentará después del parón de agosto. Esta es una petición que España llevó a Bruselas ya antes de que empezara la guerra y que ha ido ganando peso a medida que empeoraba la situación.