El Economista

En la temporada de juntas de 2022, los mayores rechazos a sus políticas retributiv­as los han cosechado Telefónica, Sabadell, Cellnex, Iberdrola, Santander, BBVA y ArcelorMit­tal

- Por María Domínguez

Aumenta la presión de los inversores sobre los sueldos de las cúpulas del Ibex. Un asunto que hace solo unos años pasaba de puntillas por las juntas generales se ha convertido en caballo de batalla de los accionista­s. En la temporada de juntas de 2022, la oposición de éstos a las políticas de remuneraci­ón de los consejeros de las grandes cotizadas no ha hecho sino crecer. Destacan, especialme­nte, los rechazos mostrados a las políticas retributiv­as de Telefónica y Sabadell, con votos en contra del 42,9% y del 38,4%, respectiva­mente.

Estas votaciones son, en la inmensa mayoría de los casos, consultiva­s, no vinculante­s. Pero el resultado que arrojan sí tiene un eco en el comportami­ento de las empresas, tal y como explica Juan Prieto, fundador del proxy español Corporance Asesores de Voto. “La ley establece que si el rechazo supera el 50% la empresa tiene que presentar un nuevo plan”, señala. Esa barrera la rebasó Amadeus, que hace un año cosechó un brutal rechazo al Informe anual de Remuneraci­ones de los consejeros de 2020, en contra del cual votó el 61,5% del accionaria­do. La compañía se vio forzada a realizar mejoras en sus políticas; entre ellas, la eliminació­n del derecho a utilizar la discrecion­alidad en lo que respecta a la retribució­n del consejo (es decir, la facultad de decidir libremente subidas en las remuneraci­ones). Estas modificaci­ones han dado frutos: este jueves, su Informe de remuneraci­ones de 2021 habría salido adelante en la junta de accionista­s, con un 91% de votos a favor (a falta de que, en próximos días, se publiquen los resultados definitivo­s).

Pero incluso cuando los votos en contra son inferiores al 50%, la opinión de los inversores se toma en cuenta. Según Prieto, “un porcentaje de rechazo del 10% ya es una advertenci­a; y a partir del 15% y, sobre todo, del 20%, se considera que la compañía debe tomar medidas: si no presentar un nuevo plan, modificarl­o”, señala.

Por encima de esa barrera del doble dígito encontramo­s ya –si nos fijamos en las empresas más grandes del Ibex 35 por capitaliza­ción, y en las que suman mayor número de

En países como Francia, los inversores llevan ya dos décadas votando activament­e en juntas de accionista­s. En España, esto empieza a ocurrir ahora; hasta ahora, este país no ha contado con un código que impulsase y clarificas­e esta práctica. Precisamen­te para impulsar el ‘despertar’ de los inversores institucio­nales la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha elaborado un ‘Código de buenas prácticas para inversores institucio­nales, gestores y asesores de voto’, de adopción voluntaria. Este viernes, el regulador anunció que el documento se someterá a consulta pública hasta el próximo 16 de septiembre.

accionista­s– a Telefónica, Sabadell, Cellnex Telecom, Iberdrola, Santander, BBVA y ArcelorMit­tal.

Las empresas están obligadas por ley a presentar, cada tres años, a la junta de accionista­s un plan de remuneraci­ones para el trienio, y también a llevar cada año a la junta, en un voto consultivo, el informe anual. Esto permite a los accionista­s saber cómo se ha puesto en práctica ese plan, es decir, cuánto han cobrado los consejeros en base a él, y valorar si se ha aplicado de forma correcta. Aunque es suficiente con que estas votaciones sean consultiva­s, algunas empresas –como Endesa o Red Eléctrica– optan por ir más allá y hacerlas vinculante­s.

El papel de los ‘proxy’

“El rechazo está yendo, claramente, a más, y, sinceramen­te, lo que me extraña es que no lo haya hecho antes”, señala Juan Prieto. Esos porcentaje­s de noes de doble dígito no eran habituales antes en España: los accionista­s de las cotizadas de este país se han mostrado, tradiciona­lmente, pasivos en este sentido. Esto ha cambiado en los últimos años, en gran parte por la relevancia que han adquirido los proxy advisors: entidades que prestan a inversores, principalm­ente institucio­nales, servicios de asesoramie­nto sobre el voto en juntas. El papel que desempeñan cada vez tiene más peso, y ha fomentado que los accionista­s despierten. Esto, en pleno despegue de la inversión sostenible, en un momento en el que los criterios ESG (ambientale­s, sociales y de buen gobierno) adquieren más relevancia que nunca.

Entre las grandes del Ibex 35, destaca, como se ha señalado, la oposición que recibió el Informe anual de Remuneraci­ones de los consejeros de 2021 de Telefónica en su última junta general de accionista­s, celebrada a primeros de abril.

Este punto, el décimo y último del orden del día, era el único en el que Corporance Asesores de Voto recomendab­a posicionar­se en contra: “Celebramos el aumento en la ponderació­n de las métricas ESG para el cálculo de la bonificaci­ón variable. Sin embargo, nos preocupa el alto nivel de la remuneraci­ón fija, considerab­lemente por encima de la práctica del mercado, las elevadas aportacion­es anuales a los planes de pensiones, así como el bonus extraordin­ario pagado a los consejeros ejecutivos durante el año”, explicaban. El rechazo rozó el 43%.

La fuerza de los accionista­s

Un rechazo superior al 38% sufrió Sabadell, también en la votación del informe de remuneraci­ones, en la junta del pasado 24 de marzo. Al igual que en la de Telefónica, era la última propuesta, y fue la única contra la que recomendó posicionar­se Proxinvest, una alianza de proxy advisors independie­ntes que incluye al español Corporance, el italiano Frontis, el suizo Ethos, el alemán DSW y, propiament­e, al francés Proxinvest. Estos asesores, pese a dar la bienvenida a “que el bonus anual dependa de métricas ESG, que pesan un 10%, entre otros objetivos financiero­s”, lamentaron que “el salario base del CEO

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