El Economista

Abengoa renuncia a Terramar y roza la quiebra: costará 900 millones al Estado

Tiene el 3,1% de las acciones, hay avales y soporta deudas de la Seguridad Social y Hacienda La Sepi rechaza oficialmen­te el rescate y la empresa abandona la reestructu­ración prevista

- Juan Esteban Poveda

La Sociedad Española de Participac­iones Industrial­es, la Sepi, comunicó ayer oficialmen­te a Abengoa su negativa a rescatarla con 249 millones de euros. Un portazo esperado tras el Consejo de Ministros del lunes y que deja a la cotizada andaluza con las alternativ­as de intentar la salvación por la ley concursal o ir a liquidació­n. No hay otra. Horas después, la empresa puso en conocimien­to de la Comisión Nacional del Mercado de Valores la resolución definitiva de la Sepi y dio por cerrada la operación de reestructu­ración prevista con la entrada de Terramar en el accionaria­do. La oferta del fondo americano estaba condiciona­da a la aportación del Estado.

“Dicha comunicaci­ón -la negativa de la Sepi al rescate- significa la cancelació­n de la operación de reestructu­ración y proceso de consentimi­ento (consents) lanzado por Abenewco 1 a sus acreedores financiero­s el pasado 25 de mayo de 2022”, informa Abenewco al organismo regulador.

La reestructu­ración de la que se informó el 25 de mayo se basaba en el rescate de la Sepi, la entrada de Terramar con 200 millones (140 de préstamos y 60 de compra de acciones para hacerse con el 70% de la filial que concentra los principale­s activos del grupo), y 300 millones en avales. La reestructu­ración incluía la desvincula­ción de la matriz y de la filial Abenewco1, que era la realmente rescatada a través de sus sociedades operativas en esta operación ya fallida.

“Habida cuenta de los acontecimi­entos, el Consejo de Administra­ción de Abenewco1 se reunirá en los próximos días para tomar las medidas adecuadas con el objetivo de mantener la continuida­d de operacione­s y la salvaguard­a de los distintos grupos de interés confluyent­es en el grupo”, informó la compañía a la CNMV.

La vía concursal

Esta comunicaci­ón refuerza la opción defendida por Clemente Fernández, presidente de Abengoa SA, de usar la ley concursal para salvar en todo o en parte el grupo. Una opción que arrancaría esta misma semana con la presentaci­ón de un convenio al juez que lleva el concurso de la matriz. La fecha tope es el 1 de julio, aunque se le ha soron licitado prórroga. El convenio incluirán importante­s quitas a los acreedores, que tendrán hasta el 30 de septiembre para adherirse.

Fernández ya ha explicado que tendrá que haber preconcurs­os para las sociedades con más salida y concursos para otras. El Gobierno aún puede apoyar con avales a través de Cesce, aunque Clemente Fernández asegura que la clave de la salvación es privada.

El Estado, damnificad­o

La negativa del Estado a financiarl­a tendría, paradójica­mente, al Estado como principal damnificad­o, pues la desaparici­ón de Abengoa supondría un impacto de unos 900 millones de euros para las arcas públicas.

El Estado es el mayor accionista de la compañía a título individual, con el 3,15% de las acciones. Nada menos que 5.687 millones de acciones. En su día supusieron alrededor de 400 millones de euros, procedente­s de un canje de deuda por capital en una anterior reestructu­ración de la sociedad, y que se canalizó a través del Fondo de Reserva de los Riesgos de la Internacio­nalización y el Fondo para Inversione­s en el Exterior, ambos adscritos a la Secretaría General de Comercio.

El valor de las acciones es hoy prácticame­nte nulo. Cuando afloraron en 2018 después del canje, ya no valían casi nada.

Días atrás los comités de empresa de filiales de Abengoa repasalas posibles pérdidas de la compañía si se iba a liquidació­n, sumando 500 millones de euros: pagos pendientes a la Seguridad Social de 30 millones, 50 millones más que se deben a la Agencia Tributaria, préstamos en diversas entidades estatales como el Ministerio de Industria o CDTI por 22 millones que nunca se devolvería­n, deudas con Cofides por valor de 10 millones, avales con Cesce por 157 millones... Los sindicatos suman lo que tendría que abonar el Fogasa por indemnizac­iones por despidos sin cubrir o la merma en cotizacion­es que actualment­e se abonan e impuestos que se están pagando (IVA y Sociedades son 67 millones al año). Habría que sumar 15 millones por prestacion­es por desempleo. Y el drama social de 11.000 despidos en todo el mundo, alrededor de 5.000 en España y la mitad de ellos en Sevilla.

Tensión

En la calle, todo lo que rodea a Abengoa sigue candente. Un grupo de trabajador­es está acampado frente a la Delegación del Gobierno de Andalucía para exigir soluciones al ejecutivo de Pedro Sánchez. Ayer marcharon hasta el Ayuntamien­to para

La matriz presentará convenio para su concurso y estudia pedir otros para las filiales

entrevista­rse con el alcalde, Antonio Muñoz, que lleva desde el lunes lanzando mensajes para intentar involucrar a la Junta de Andalucía en una posible solución. Hay un coste político en la situación actual de Abengoa que está en el tejado del Gobierno central.

En la misma línea, el líder socialista en la oposición en el Parlamento andaluz, Juan Espadas, pidió ayer a la Junta implicació­n.

La Junta siempre ha dicho que no dispone de instrument­os legales para este tipo de ayudas, recordando lo que ocurrió con los ERE cuando se intentó esta vía. Ahora el Gobierno, se argumenta, tenía un fondo de 10.000 millones, ha rescatado a la aerolínea Plus Ultra, no ha apoyado a Abengoa y devolverá miles de millones sin usar.

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EUROPA PRESS Protesta de trabajador­es de Abengoa en Sevilla.

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