El inversor que fundó la religión de Buffett
El ‘padre’ de la creó un método para el análisis de compañías que no dejó de ganar adeptos y tiene hoy en Omaha su centro de peregrinación
A Benjamin Graham se le considera el padre del análisis de valores y del llamado value investing (inversión en valor), concepto que desarrolló junto a David Dodd en la Universidad de Columbia en la década de 1920, lugar en el que estudió y del que llegó a ser profesor.
Tras el desplome de las bolsas en 1929, ambos hombres instaron a los inversores a “centrarse en hechos concretos, como los beneficios pasados de una empresa y el valor de sus activos, en lugar de tratar de adivinar lo que depararía el futuro”, escribió David Leonhardt en The New York Times, en 2007. Para ellos, “una empresa con grandes beneficios y un precio de las acciones relativamente bajo estaba probablemente infravalorada”.
En el obituario que el diario estadounidense dedicó a Graham cuando falleció en 1976, el periodista Douglas W. Cray recogió una cita que reflejaba la importancia que Graham daba a la relación entre la capitalización bursátil y el valor en libros de las empresas cotizadas. “En la medida en que Wall Street se aleja del valor contable, se adentra en áreas de pensamiento potencialmente peligrosas. Entonces, introduce factores -principalmente la noción de aumento de los beneficios futuros- que son muy difíciles de medir y que por tanto, pueden estar mal medidos.”
Para Graham, “usando los factores de una empresa, como sus activos, sus beneficios y el pago de dividendos, se puede hallar el valor intrínseco de una acción y compararlo con su valor de mercado”, según parafraseaba un artículo de Investopedia de 2019. “Al comprar una acción infravalorada, el inversor está, en efecto, pagando menos por ella y debería venderla cuando el precio cotice a su valor intrínseco”, añadían desde la web de información financiera, puntualizando que este efecto de convergencia de precios solo puede producirse en un mercado eficiente.
El pensamiento de Graham que