El sector alimentario reclama aplazar el impuesto al plástico
Doce asociaciones piden que su entrada en vigor se retrase hasta enero de 2024
Un grupo de organizaciones representativas de la cadena agroalimentaria española ha pedido este lunes que se retrase “al menos un año”, hasta enero de 2024, la entrada en vigor del nuevo impuesto a los envases de plástico.
Ante la posible entrada en vigor el próximo 1 de enero del Impuesto Especial a los Envases de Plástico, tal y como se plantea en la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados, creen que “no es el momento de aplicar un nuevo impuesto que solo repercutiría negativamente en la competitividad de las empresas y sobre el consumidor”.
Así lo han expresado en un comunicado conjunto de Cooperativas Agro-alimentarias, las opas Asaja, Coag, UPA y las asociaciones empresariales Aecoc, ACES, Anged, Asedas, FIAB, Adelma, Stanpa y EsPlásticos.
La escalada histórica de los precios del gas y la electricidad está causando un grave impacto en los costes empresariales y tensionando al alza la inflación. A ello se unen los impactos derivados de la guerra de Ucrania -desabastecimiento de materias primas, falta de suministros básicos como fertilizantes o combustibles, etc.-, así como de la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia del Covid-19, aún no superada, e incluso amenazas de nuevos paros en el transporte.
Este contexto “altamente inestable” está poniendo a prueba la resistencia de los sectores empresariales, por lo que “no parece razonable añadir a corto plazo costes adicionales”, según los firmantes. Asimismo, han destacado el hecho de que, dentro de la UE, en general, no se ha optado por medidas fiscales en la legislación de economía circular. Si bien, otros países lo han planteado, incluso Italia lo reguló antes que España, son conscientes de la delicada situación económica y han ido posponiendo la entrada en vigor de este en sucesivas ocasiones.
El problema es que la implementación de un impuesto de estas características es sumamente complejo, y necesita un desarrollo reglamentario donde se expliquen de manera detallada todos los procedimientos y trámites administrativos
Las organizaciones de la cadena de valor aseguran que el impuesto será negativo
a seguir, la creación de documentación, el desarrollo de aplicaciones informáticas, así como la definición clara de las obligaciones de cada uno de los afectados, entre otras cosas.
Las organizaciones agrarias y las asociaciones empresariales consideran que además de por la complicada coyuntura económica, es imprescindible dar un margen de tiempo suficiente para poder resolver todas las cuestiones y dudas que se están planteando antes de obligar a gravar con un impuesto que nadie sabe de momento cómo aplicar. Como consecuencia, todas las organizaciones, que forman parte de la cadena de valor de los envases, reiteran su compromiso medioambiental y recomiendan aplazar este nuevo impuesto.