Desde el apalancamiento de la británica National Grid superior a 6 veces hasta los niveles de Orsted y Acciona Energía por debajo de 2 veces, la ratio de deuda/’ebitda’ media del sector se sitúa en 3 veces
Que Putin utilice el grifo del gas como arma de guerra tras las sanciones por la invasión de Ucrania es una posibilidad que Bruselas viene barajando los últimos meses. Pero el temor ha cobrado relevancia después de que Gazprom anunciase que no garantiza el suministro mediante el Nord Stream tras su mantenimiento a partir del 21 de julio. El gasoducto es la principal fuente de abastecimiento de gas ruso para Alemania y Berlín sospecha que el Kremlin utilizará esa excusa para detenerlo de forma definitiva.
Los expertos no han tardado en sacar la calculadora para echar cuentas de lo que puede suponer el cumplimiento de esta amenaza. Para el think tank Brueguel, el conjunto de la UE deberá ajustar la demanda de gas en un 15% durante los próximos diez meses para compensar esta situación y no agotar las reservas. Goldman Sachs, por su parte, evaluaba en un informe cómo se comportaría el sector energético ante un corte de suministro total teniendo en cuenta que alrededor del 85% del gas que se consume en Europa se importa, siendo Rusia el principal suministrador, con una cuota del 35%. Y, en su opinión, E.ON, Engie y Enel, podrían enfrentarse a grandes pérdidas comerciales antes de asumir cualquier tipo de ayuda o rescate de sus Gobiernos, ya que sus carteras tienen exposición a Rusia, ya sea de manera directa o indirecta.
En el otro lado de la balanza el banco de inversión sitúa a las renovables, ya que por su papel en el apoyo
a la electrificación del Viejo Continente y al impulso de la seguridad energética “deberían registrar un incremento de dos dígitos”, y cita como ejemplos de ello a RWE, EDP, Acciona Energía. Estos analistas también ven a Iberdrola y SSE como las “mejores opciones defensivas/de calidad que los valores de redes, en virtud de su valoración más atractiva”, añaden.
Se encarece el coste de financiación
Así, no todas las utilities llegan igual de preparadas al nuevo mapa energético derivado de la contienda en Ucrania y de las alzas de tipos que están acometiendo los bancos centrales para contener la inflación, lo que supone un encarecimiento del coste de la deuda para estas compañías –que por su naturaleza suelen estar muy apalancadas para acometer inversiones de crecimiento–.
Tomando como referencia a las 35 grandes firmas del sector por capitalización bursátil, lo cierto es que las estadounidenses NextEra, Duke Energy, Southern Company y Dominion Energy presentan los mayo