Cupra llega a Australia para cuadruplicar ventas en 2025
Prevé lograr una cuota de mercado del 5% a largo plazo en el segmento de eléctricos
Seat comienza a vender sus coches Cupra en Australia. La filial de Volkswagen AG inaugura su primer concesionario en Sidney y, aunque todavía no comercializará ningún vehículo totalmente limpio, aspira a alcanzar el 5% de la cuota de mercado de eléctricos y cuadruplicar sus cifras para 2025. En una primera fase, la firma ofrece el Cupra Formentor, el Cupra León y el Cupra Ateca; el Cupra Born no llegará hasta el próximo 2023.
La compañía dirigida por Wayne Griffiths inauguró este miércoles el establecimiento en la ciudad australiana; el primero dentro de su ofensiva comercial en el país. La organización confía en alcanzar los nueve puntos de venta ya este mismo mes de agosto y llegar a los 15 concesionarios para el año que viene.
“Australia es un mercado estratégico para la expansión en Asia Pacífico”, celebró el dirigente. En la región, Volkswagen apartó a Seat de la joint venture con JAC Automobile Group en China, pero el futuro Tavascan se producirá en el gigante asiático. Sucedió tras una reorganización interna que implicó, por ejemplo, el adiós a Argelia, un mercado que hoy lidera Skoda.
“Nuestra estrategia aquí es empezar con el desarrollo de la marca y llevar a cabo la primera ofensiva de producto, con el lanzamiento del Ateca, el León y el Formentor. El Cupra Born llegará en 2023, seguido de nuestros Terramar, Tavascan y UrbanRebel, que lo harán a partir de 2025”, desgranó Griffiths.
A pesar de que los eléctricos vendrán en el futuro, Seat tiene claro que Cupra debe ser un actor con peso en el mercado del coche de cero emisiones y confía en alcanzar el 5% de la cuota. En términos absolutos, la misión pasa por cuadruplicar las ventas anuales: de los 1.600 automóviles de 2022 a 7.000 automóviles en 2025.
A pesar del optimismo, otras voces dentro de la empresa llaman a la calma. Es el caso de Matías Carnero, presidente del comité de empresa y miembro del comité de vigilancia de Volkswagen. “El error es ir con prisas. El accionista quiere rentabilidad y ya sabemos que con cada Formentor se gana lo mismo que con cuatro Ibiza, pero cuidado con las prisas. Quién sabe lo que van a ir queriendo los clientes y si en Australia nos pegamos un batacazo”, advirtió en una entrevista reciente concedida a Efe.