La ‘Cambra’ recorta casi dos puntos el crecimiento de la economía catalana
Rebaja, otra vez, previsiones y deja la subida del PIB al 4% en 2022 y al 2,6% en 2023
La inflación será del 7,5% en el conjunto de 2022 y caerá hasta el 2,9% para el próximo 2023
La Cámara de Barcelona rebaja las perspectivas de crecimiento de la economía catalana para 2022 y 2023. La institución sostiene que no se avecina recesión a corto plazo, a menos que Rusia corte el grifo del gas a Europa, pero lamenta que la recuperación económica tras la pandemia no será tan pronunciada como auguraba hace un año. Para este año, el PIB crecerá un 4% y para el próximo subirá el 2,6%.
La entidad presidida por Mònica Roca presentó su informe de coyuntura y se sumó a la ralentización pronosticada por la mayor parte de los organismos nacionales e internacionales. El departamento de estudios recortó sus estimaciones en un punto para 2023 y en ocho décimas para 2022. Es el segundo recorte que realiza para el PIB de este año, pues a principios de ejercicio hablaba de una expansión del 6,4%. “La economía catalana sigue creciendo, pero se ralentiza”, admitió Roca. No tocará los niveles prepandemia hasta el año que viene y cerrará el tercer trimestre en un 98,6% de lo que era en 2019.
El freno llegará motivado por el consumo. Si en 2021 creció al 5,2%, se moderará hasta el 3,1% en 2022 y el 1,7% en 2023. Se ha recortado el dato un 1,5% para este año y un 1,6% para el siguiente. Es el principal motivo de la rebaja de expectativas. El consumo público avanzará incluso más lentamente y pasará del +3,3% del año pasado al +1,25% del próximo ejercicio.
“No contemplamos la recesión”, insistió el jefe del gabinete de estudios económicos, Joan Ramon Rovira.
Defiende la tesis siempre, eso sí, que Rusia no cierre el grifo del gas a Europa. La Cámara de Barcelona no tiene previsiones de que sucedería si eso ocurriera, pero admite que, de producirse, habría que revisar muy a la baja las expectativas económicas.
El crecimiento del 2,6% previsto para la campaña 2023 en Cataluña ya es inferior a la mejora general que se contempla para la economía española. También este miércoles, el Gobierno rebajó sus previsiones: un +4% para 2022 y un +2,7% para 2023, hasta ocho décimas menos.
La inflación, en máximos
La entidad se mostró confiada de que la inflación tocó máximos en el segundo semestre de 2022 y ya vislumbra una moderación de la subida de precios en julio. En junio, el alza del IPC alcanzó el 9,7% y la inflación subyacente fue del 5,2%; ambas cifras fueron ligeramente superiores a la media de la eurozona.
La Cámara sostiene que el aumento de precios será finalmente del 7,5% en el conjunto del año y se moderará hasta el 2,9% en 2023. De este modo, trata de espantar los fantasmas de estanflación y los efectos de segunda ronda. Y es que los salarios suben mucho más despacio que los costes: el aumento hasta el mes de junio era del 2,3%.
“También hay razones para el optimismo, con un dinamismo del mercado laboral en cifras históricas”, comparó Roca. La ocupación está en máximos desde el mes de abril y sostiene el consumo hasta el momento. La autonomía alcanzó los 3,6 millones de afiliados y en junio subió el 4,4% frente al mismo mes del año pasado.