CaixaBank y BBVA: es “distorsionador” y dañará al país
“Es una medida injusta, distorsionadora y contraproducente”, alertó ayer el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, durante la presentación de resultados del banco, donde cifró en 450 millones la factura para el grupo este año y que representa casi un tercio de los 1.500 millones que el Gobierno quiere recaudar (con cargo a las cuentas de 2023 buscará recaudar otros 1.500 millones). Contrariado, expuso que la banca tiene que estar robusta para ayudar. “Cuando hay una crisis económica y el sector financiero no está en buena situación, la crisis es más profunda”, apuntó y recordó que “lo que vivimos en 2012 nos debe decir bastante”.
Por eso consideró que no tiene sentido que la primera medida sea debilitar el sistema financiero: “O bien lo repercute y el crédito se encarece, o bien no lo repercute y da menos crédito”. A su juicio, “es una medida equivocada y errónea” en un momento desafortunado por las incertidumbres que rodean a la economía y se crea “sobre la base que los bancos están teniendo unos beneficios extraordinarios y no es así”. Indicó que la rentabilidad media del sector es del 5,37% y prueba de que no es rentable es que los cinco bancos del Ibex 35 cotizan por debajo del valor contable. Arremetió contra sus efectos “distorsionadores” en la competencia, al exonerar a entidades que dan crédito en España como la banca extranjera o banca en la sombra, y al establecer un tributo inexistente en otros países.
En términos muy similares se pronunciaba el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, quien cifró que drenará 250 millones al banco este año y abrió la puerta a recurrirlo. “Tenemos la responsabilidad de explorar todas las alternativas, incluyendo también la judicial”, apuntó. En su opinión, el principal perjudicado será el país. “No es bueno para España”, aseguró e indicó en estudios sobre tributos similares aplicados en otras geografías “se ve que gravar a los bancos, básicamente, lleva siempre a menos inversión y menos crecimiento”.
Se quejó de que se castigue fiscalmente a un sector que “no genera externalidades negativas” y por tanto, no hay que reducir sino reforzar para que ayude a invertir.