Aena invertirá 150 millones en las fronteras biométricas y pasará el coste a las aerolíneas
Estaba previsto que el sistema se implantase en noviembre, pero se retrasará a marzo
Las colas en los controles de fronteras de ciudadanos extracomunitarios que las aerolíneas llevan denunciando en los últimos meses podrían convertirse en una anécdota de cara al próximo año con la implantación del nuevo sistema de registro biométrico denominado EES (Entry/Exit System). Para tratar de evitar estos problemas, Aena invertirá 150 millones de euros en la implantación de sistemas tecnológicos que agilicen los controles. A posteriori, y a través del próximo DORA –documento de regulación aeroportuaria–, la compañía que gestiona los aeropuertos traspasará estos costes a las aerolíneas a través del sistema de tarifas, tal y como se recoge en el Real Decretoley de medidas para el transporte aprobado ayer.
A través de una de las disposiciones del citado documento, la compañía que encabeza Maurici Lucena asume toda la inversión necesaria, próxima a los referidos 150 millones de euros, y además cubrirá todos los costes de implantación, mantenimiento y el personal de apoyo que no sea policial, pero que pueda facilitar la gestión de las colas. Estos procesos se harán bajo la dirección del Ministerio del Interior, quien tiene la competencia y tendrán un coste de alrededor de 10 millones de euros cada año.
Pese a que será el gestor aeroportuario el que asuma este importante coste, el mismo documento establece el mecanismo para que Aena recupere los costes a través del sistema de tarifas del DORA.
Cabe recordar que tras las quejas de las aerolíneas por las colas que hacían perder vuelos a sus clientes con pasaportes de fuera de la Unión Europea, el Gobierno reforzó el número de efectivos en los controles y llevó a cabo la compra de 1.500 unidades de inspección fronteriza a Thales, con un valor estimado de 20 millones.
Subida de tarifas en 2023
Los últimos resultados de Aena, correspondientes al cierre del segundo semestre del año, mostraron el principio de la recuperación arrojando 163,8 millones de euros de beneficio. Casi al mismo tiempo que se conocían estas cifras, el consejo de administración de la compañía aprobaba su propuesta de subida de tarifas de cara al año que viene, en concreto a partir de marzo de 2023 y la establecía en el 0,69%. De esta manera, los ingresos por pasajero pasarían de los 9,95 euros que obtiene ahora a 10,01 euros.
Esta decisión choca con la tendencia actual, ya que en 2022 este coste se redujo en un 3% frente a los incrementos que se produjeron en las más relevantes infraestructuras del Viejo Continente. No obstante, y como es habitual, será la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la que tenga la última palabra al respecto tras escuchar a las propias aerolíneas, que siguen luchando por recuperar los niveles de tráfico prepandemia.
El Ministerio de Interior compró 1.500 unidades de inspección fronteriza a Thales