Rutas en bicicleta
Ruta de Don Quijote
Esta preciosa ruta recorre los paisajes que transitó Don Quijote. Comienza Toledo y recorre cerca de 2.500 km, repartidos por todas las provincias de La Mancha. Su guía oficiala presenta así: “En este territorio, el viajero recorrerá llanuras de horizontes infinitos, antiguas ventas, pueblos de anchas calles, cresterías con blancos molinos, el mayor viñedo de Europa y se encontrará con una naturaleza sorprendente trufada de lagunas y paisajes llenos de magia”.
Senda del Oso
Esta senda discurre sobre el trazado de dos ferrocarriles mineros. La vía atraviesa la provincia asturiana y es una ruta idónea para amantes del senderismo y cicloturistas por su gran riqueza natural y etnográfica. Si te decides por ella, podrás avanzar por preciosos paisajes que encuentran a su paso túneles y puentes que dan una pincelada de aventura a la marcha.
Vía Verde del Irati
Esta vía se encuentra entre el norte de Navarra y los Pirineos Atlánticos en el suroeste de Francia, y atraviesa el bosque de Irati, una de las grandes reservas naturales de España. A pesar de la belleza del lugar, este bosque no es muy transitado porque continúa siendo un desconocido para muchos. Sin embargo, si optas por coger tu bicicleta y atravesar esta ruta, podrás descubrir uno de los cañones más bellos del Pirineo: la foz de Lumbier.
Camino de Santiago
El camino de Santiago sigue siendo la ruta más antigua y transitada del Viejo Continente. Cada año atrae a miles de peregrinos que buscan completar las largas etapas existentes hasta llegar a la meta, la catedral de Santiago. Dependiendo de dónde se comience, la distancia recorrida será distinta. Por ejemplo, desde Roncesvalles (Navarra) a Santiago se realizan un total de 790 km. El Camino de Santiago francés es uno de los más famosos para los amantes de la bicicleta. ¿El motivo? Es ciclable en casi todo el recorrido y atraviesa bellos paisajes.
Vía Verde del río Guadarrama
Esta ruta es una de las más breves de la Comunidad de Madrid por su corta extensión de 5 km. Comienza en Móstoles y finaliza en Navalcarnero, siguiendo la huella del río Guadarrama. Muchos amantes de la bicicleta recurren a ella por sus suaves subidas y sus breves descensos.