Borrell aboga por protegerse de prácticas injustas de China
Condiciona las buenas relaciones con Pekín a que contribuya al fin de la guerra en Ucrania
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, defendió el pasado viernes tener una relación pragmática con China para reequilibrar el vínculo comercial y cooperar en grandes asuntos, abogando por que la Unión Europea se proteja de prácticas injustas si fuera necesario, al tiempo que ha considerado que todo dependerá del papel que juegue Pekín para el final de la guerra en Ucrania con la retirada de tropas rusas.
En un apunte en su blog personal coincidiendo con las fechas de su viaje a China, visita que tuvo que cancelarse a última hora por su positivo en coronavirus, el Alto Representante expresó su visión sobre el futuro de las relaciones con el gigante asiático, insistiendo en que Europa debe “aceptar el advenimiento de un mundo más multipolar”.
Frente a los progresos económicos de China, “un gran logro de la humanidad, posible gracias a las decisiones políticas de las autoridades chinas”, Borrell recalca que se han hecho sobre la base de los principios de mercado y la apertura económica existente en un sistema multilateral abierto. Es por ello que pide respetar las reglas que marca la Organización Mundial del Comercio y adaptarlas a la nueva realidad, tras los cambios de las últimas décadas relativos a subsidios a las exportaciones, la transición verde y digital o las normas de protección de la propiedad intelectual.
“En este nuevo mundo están surgiendo nuevas potencias. Exigen su lugar en el orden mundial. Debemos aceptar la realidad del advenimiento de un mundo más multipolar, en el que se expresan reivindicaciones con significados a menudo diferentes y a veces divergentes. Esta realidad se nos impone, pues, como a los demás, incluida, por supuesto, China”, señaló.
El jefe de la diplomacia comunitaria se propone pues reducir riesgos con China y trabajar en unas relaciones comerciales más equilibradas, sin renunciar a tomar medidas para garantizar esto. Las diferencias “hay que abordarlas permitiendo un acceso mucho mejor de los europeos al mercado chino”, argumenta el Alto Representante, quien avisa de que si no se corrigen los desequilibrios Europa debe “reaccionar”.
“Europa seguirá siendo el gran mercado más abierto del mundo, pero no dudaremos en tomar medidas para protegernos de las prácticas que consideremos injustas”, apuntó, momento en el que la UE no permitirá actividades que amenacen la seguridad nacional de sus Estados miembros y estará atenta al uso de la tecnología como arma de guerra. “La militarización de la tecnología y la interdependencia es una realidad a la que nos hemos vuelto muy sensibles”, reconoce en su nota.
A su juicio, el ejemplo de Rusia, con el que la UE ha cortado lazos comerciales en solo unos meses tras la invasión militar de Ucrania, demuestra que los Veintisiete son capaces de reaccionar con rapidez y firmeza cuando sus intereses vitales se ven amenazados. “Lo hemos hecho con éxito, algo que Rusia creía imposible. Hemos diversificado nuestros suministros, reducido nuestro consumo, aumentado la cuota de renovables y apoyado a Ucrania”, subraya.