La actividad y los precios moderan la presión fiscal al 38,7% del PIB
La inflación importada impulsa la recaudación tributaria ya en productos nacionales
Los ingresos tributarios se encuentran en máximos históricos, y ya durante 2021 se alcanzaron varios récords. Así, los ingresos de las arcas públicas supusieron el 39% del Producto Interior Bruto (PIB). “Contra los vaticinios de algunos estudios, la presión fiscal disminuyó al 38,7% del PIB en 2022”, indica Francisco de la Torre Díaz, inspector de Hacienda y autor de Y esto, ¿quién lo paga? en Thinking Heads. La mejora del PIB nominal y la inflación importada por la economía española contribuyen a moderar esta comparativa.
La síntesis que cierra el autor es que “hay un incremento nominal de la recaudación fiscal, pero no un aumento real” en la comparativa con el PIB.
Si bien la presión fiscal como tal bajó tres décimas hasta el citado 38,7%, la recaudación nominal subió más de 42.000 millones. Pese a la mejora de los ingresos públicos en niveles no vistos previamente, De la Torre recuerda que el gasto también crece a un ritmo parecido y resulta en una economía deficitaria.
“El punto clave de la variación de todas las ratios no es fiscal, o no sólo es fiscal, sino también, especialmente, el comportamiento del PIB”, analiza en inspector de Hacienda. Las arcas públicas pueden mejorar sus ingresos, pero mientras lo hagan por debajo del aumento del PIB nominal (que durante 2022 fue prácticamente del 10%), la presión fiscal estaría bajando. “Aunque se batan récords en recaudación de impuestos y cotizaciones sociales, la presión fiscal disminuirá”, sentencia.
De igual forma contribuye que el crecimiento del conjunto de la economía superó las expectativas. Pero también hizo frente al shock de precios: según señala De La Torre, el efecto de la inflación importada está tomando forma dentro de los productos nacionales, elevando su precio y también el PIB nominal por la mayor recaudación en términos nominales. Un ejemplo simple y directo puede ser la recaudación por IVA.