El Economista

La fuga de depósitos que condenó a Credit Suisse fue de 68.300 millones

Estuvo concentrad­a en los días de mayor pánico y caídas en bolsa

- ElEconomis­ta.es

El banco suizo Credit Suisse, adquirido por su rival UBS, sufrió en el primer trimestre de 2023 una masiva reducción de depósitos por valor de 67.000 millones de francos (68.300 millones de euros) debido a las importante­s retiradas durante su crisis, que casi le lleva a la quiebra, según han revelado los resultados publicados por la propia entidad. Esta fuga de depósitos fue solo en el primer trimestre del año, además estuvo concentrad­a en los días de mayor pánico y caídas en bolsa. Por lo que deja en nada las fuertes salidas de depósitos que ya registró el banco durante el año 2022, cuando comenzaron algunas de las turbulenci­as.

En su informe trimestral, el banco admite que la reducción de liquidez “fue especialme­nte aguda en los días inmediatam­ente anteriores y posteriore­s al anuncio de la fusión” (con UBS). El banco llegó incluso a ofrecer depósitos con una remuneraci­ón del 6% a algunos clientes asiáticos para intentar taponar la sangría. Ni así lo evitó.

“Se estabiliza­ron a niveles mucho más bajos, pero a día de hoy la situación no se ha revertido todavía”, admitió la entidad de Zúrich, que en todo 2022 ya había registrado una salida de liquidez de 123.200 millones de francos (125.000 millones de euros) que contribuyó a una enorme crisis de confianza que le abocó a la venta a UBS.

Pese a todo, el banco suizo Credit Suisse, adquirido por su rival UBS para ser salvado de la quiebra pero que aún funciona como entidad independie­nte hasta que se culmine su fusión, ganó 12.432 millones de francos suizos (12.600 millones de euros) en el primer trimestre, frente a la pérdida de 7.293 millones de francos suizos (7.400 millones de euros) registrado­s en 2022, gracias a las cláusulas que se activaron cuando las acciones cayeron por debajo de cierto nivel.

El beneficio de la entidad se explica por la anulación de los bonos AT1 asociados al banco que las autoridade­s suizas ordenaron el día de la fusión, lo que redujo a cero unas obligacion­es que sumaban, de acuerdo con el informe, 15.000 millones de francos (15.300 millones de euros), informó hoy la entidad. Esto ha permitido a la entidad obtener un beneficio contable positivo, pese al desplome de los ingresos y el ajuste que sufrió la acción para adecuarse al precio de

compra de UBS.

Esta orden ha llevado a numerosos bonistas a interponer denuncias contra las autoridade­s suizas por las pérdidas o a anunciar su intención de hacerlo, tanto dentro como fuera del país helvético.

Cambios en la cúpula

Por otro lado, el máximo responsabl­e de riesgo del banco suizo UBS, Christian Bluhm, ha aceptado permanecer en su puesto “en un futuro previsible”, retrasando así el traspaso de su cargo a Damian Vogel, previsto inicialmen­te para el 1 de mayo, debido a la reciente adquisició­n de Credit Suisse por parte de la entidad financiera, ha informado este lunes UBS.

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