El EuroStoxx mantiene su soporte en los 4.360 puntos

Aún sube un 15% en el año mientras el Ibex se desmarca de Europa y da signos de debilidad

En las últimas horas, las bolsas de Europa se han topado de bruces con una zona de resistencias de envergadura. Se trata, de hecho, de la cota que frenó las subidas tanto en 2021 como en 2022 en el caso del EuroStoxx 50, los 4.400/4.415 puntos. Es una zona que fue el punto de origen de la fuerte corrección bajista que no encontró suelo hasta los mínimos de octubre, en 3.250 puntos.

De momento el control del mercado sigue en manos de los alcistas, pero el alcance de ese entorno resistivo en Europa ha despertado algunos miedos y no son pocos los inversores que empiezan a temer la aparición de cierto vértigo en la presión compradora. Por eso, desde Ecotrader, el estratega y analista técnico, Joan Cabrero, ha querido volver a poner de manifiesto los niveles que no se deben perder para que el control siga en manos de los toros. “Para que haya algún signo de debilidad a corto plazo que indique el inicio de una consolidación lateral bajista, el EuroStoxx debería perder su primer soporte de los 4.360 puntos. Mientras no lo ceda todavía me resisto a descartar que podamos asistir a una continuidad alcista hacia los altos de 2007 y niveles pre-Lehman en torno a los 4.572 puntos, algo que encajaría con un Dax 40 volviendo a máximos en los 16.300 puntos”, señala.

“Operativamente, la ecuación riesgo-recompensa no es demasiado atractiva si valoramos el hecho de que los objetivos a buscar (los niveles pre-Lehman en torno a los 4.572 puntos) están a un 3%-4% y que el soporte clave en tendencia no aparece hasta los mínimos que marcaron las bolsas europeas el 20 de marzo, como son los 3.980 puntos del EuroStoxx 50, que están a casi un 10% de distancia”, destaca Cabrero. Por eso, lo más apropiado para volver a comprar de un modo relevante bolsa europea es esperar a algún tipo de recorte que haga que esta ecuación rentabilidad-riesgo sea más atractiva.

En el caso del Ibex 35, por su parte, tras perder ayer los mínimos que marcó la semana pasada en los 9.360 puntos (cerró en los 9.290 puntos), se ha confirmado una vela en forma de estrella fugaz que indicaría que antes de mayores aventuras alcistas hacia los 10.100 puntos el Ibex necesita consolidar la última subida que inició en los 8.500 puntos. Eso sí, “una próxima caída es improbable que profundice por debajo de esos 8.500 puntos, que se han convertido en un soporte clave de medio plazo”, sentencia el experto.