España sufre la mayor pérdida de salario real de ‘los grandes’ de Europa
El IPC del 8,4% se comió en 2022 la subida de 800 euros de la retribución media
España registró el año pasado una inflación del 8,6% y esto implica que la subida de casi 800 euros del salario medio (28.360) se quedase en nada. Esto convierte a España en una de las grandes economías del euro donde más cayeron los salarios reales en 2022, según publicó ayer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su informe anual sobre la fiscalidad de los salarios.
En concreto, el club de las naciones más ricas del mundo marca que los ciudadanos de nuestro país perdieron un 5,3% de su salario real el año pasado. En concreto, del conjunto de la OCDE, España fue el noveno país donde más salario real se perdió, por detrás de la República Checa (-7%), Estonia (-10%), Grecia (-7,4%), Letonia (-6,2%), Lituania (-6,3%), México (-6,8%) y los Países Bajos (-8,3%) y Turquía (8,8%).
Desde la OCDE explican que la alta inflación y la caída de los salarios reales provoca una “fricción fiscal”, es decir, que cuando los salarios están cayendo en términos reales, el trabajador se puede enfrentar a una mayor carga fiscal sobre su ingreso real más bajo “lo que significa que podría estar en desventaja por la inflación”, aseguran en el informe.
Pero si se compara España con otras economías similares de su entorno, es la que peor parada sale. En concreto, la pérdida de poder adquisitivo real de Francia registró una tasa del 0,5%; Alemania -con unos datos muy similares de inflación a los de España- cayó un 3,9% y en Italia el porcentaje de caída se quedó en los 2,2 puntos.
La problemática de esto no es que España haya tenido una inflación por las nubes. De hecho, actualmente los datos del IPC son muy favorables para la economía española. En concreto, en el mes mes de marzo cayó 2,7 puntos, hasta situarse en el 3,3% interanual, según el dato definitivo emitido por el Instituto Nacional de Estadística.
El problema con la pérdida de salario real en España está en que el salario medio de los trabajadores subió mucho menos que el de las economías del entorno. Por ejemplo, en Francia el incremento salarial el año pasado fue de 2.100 euros y en Alemania de 2.200, mientras que en Italia se incrementaron
en 1.800 euros anuales.
La falta de medidas para aumentar el poder adquisitivo de los empleados, como un pacto de rentas o la deflactación estatal de IRPF (cosa que sí se hizo en algunas comunidades autónomas) fue el causante de que los trabajadores del país perdiesen tanto poder adquisitivo.
En este sentido, la OCDE destaca que el tipo medio de la Renta sobre las Personas Físicas se redujo un 0,1%, aunque no indica las causas pero los expertos apuntan a que es probable que se deba a esas rebajas que se hicieron en algunas regiones como Madrid, Andalucía, Galicia o la Comunidad Valenciana, entre otras.
De hecho, los contribuyentes afrontan la declaración de la renta de 2022 con la merma de su salario real provocado por el encarecimiento generalizado de los precios y la progresividad en frío del Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Es decir, van a tener que pagar extra por la subida de sueldos, pese a un menor sueldo.