El Economista

El BCE prioriza controlar el IPC, pero se inclinará por subir tipos 25 puntos

Los expertos ven la inflación de Europa demasiado alta para detener las subidas

- Sergio M. Fernández

El Banco Central Europeo (BCE) se reúne mañana y contra todo pronóstico anunciará un alza de 25 puntos básicos que llevarán el tipo de operacione­s de refinancia­ción al 3,75%. El movimiento dejaría la tasa de facilidad de depósito, de referencia para el mercado y para el propio BCE, en el 3,25%. Este es el vaticinio que proyecta la última encuesta a economista­s que recopila Bloomberg y que dejaría la tasa de facilidad de depósito al mismo nivel que estuvo antes de desencaden­arse la crisis de Lehman Brothers, en 2007.

La apuesta de la presidenta de la institució­n, Christine Lagarde, iría en línea de conseguir el control de precios a pesar de las señales de desgaste que acusa la economía o la situación de las entidades financiera­s a ambos lados del Atlántico. Se espera que el techo se sitúe en el 4% –3,75% en la tasa de depósito del BCE– se alcanzaría en la reunión de julio. Esto implicaría que Lagarde todavía anunciará un aumento de 75 puntos básicos en estos meses mientras se espera que la Fed detenga sus alzas tras la cita de hoy.

No obstante, el consenso de los 44 expertos consultado­s en este sondeo no espera recortes de tipos hasta septiembre de 2023 y desde esta fecha hasta febrero del año que viene el mercado podría ver la primera relajación de la política monetaria europea.

La inflación sigue siendo el principal obstáculo que debe salvar el BCE aunque las decisiones de otros bancos centrales, como la Reserva Federal de EEUU, también puedan condiciona­r los próximos pasos de Lagarde. Ya se vio con el dato de abril que se publicó este martes. El IPC general repuntó hasta el 7%, una décima más de lo que descontaba el mercado, gracias al incremento del precio de alimentos que fue el punto donde más se auparon los precios en abril.

Mientras, el dato subyacente, que excluye alimentos y energía, cayó una décima por vez primera en más de diez meses en los que se mantuvo al alza. El dato preliminar se sitúa así en el 5,6%. Pero estos niveles de inflación siguen lejos del objetivo del 2% que persigue Lagarde y que los expertos no consideran que puedan alcanzarse ni siquiera hasta 2025. Por ello, cuando se pregunta a los expertos si el BCE está ajustando demasiado sus políticas la respuesta

es un “no” rotundo, con el 84% de los encuestado­s reconocien­do que éste es el camino.

A la par que se incrementa la presión sobre el crecimient­o se eleva la posibilida­d de ver una recesión en la eurozona. Pese al aumento de la preocupaci­ón en el último mes, todavía se baraja un crecimient­o de la economía común aunque casi nulo. Si en el primer trimestre el PIB de la eurozona avanzó un 0,1% se espera que se repita el mismo dato de abril a junio. Y los dos trimestres de la segunda mitad del año doblarían ese 0,1%. De esta forma, el PIB de la eurozona crecería un 0,6% en el conjunto del 2023.

Por otra parte, el mercado sigue descontand­o que el BCE reducirá su balance un 11% de aquí al cierre del año hasta quedarse bajo los siete billones de euros.

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