Bruselas señala a China en su próximo paquete de sanciones
Los países del G-7 barajan un embargo comercial a los diamantes de origen ruso
Si el último paquete de sanciones de la UE contra Moscú marcó la intencionalidad de las instituciones comunitarias de recordar a Vladimir Putin que los Veintisiete seguirán condenando y rechazando la invasión militar, una nueva ronda trata de poner el foco en aquellos sectores todavía intactos y trata de cerrar aquellos recovecos que permiten eludir las medidas adoptadas previamente. Y es precisamente en este ejercicio que la UE apunta directamente a China.
Lo hace con una nueva ronda de sanciones que afectará a un total de siete empresas del gigante asiático por su colaboración con el “complejo militar-industrial” ruso, según informó el Financial Times. Un movimiento que tiene todos los visos de dificultar las relaciones con
Pekín en un momento en el que no son precisamente fluidas.
La decisión no es trivial pues, hasta la fecha, la UE no se había atrevido a apuntar directamente al gigante asiático al no tener pruebas de una colaboración directa a nivel militar con China. Si lo había hecho, sin embargo, con empresas de otros países, por lo que este movimiento tiene mucho de simbólico. Ahora parece que el suministro de materiales por parte de Pekín a Moscú, que podrían contribuir a la fabricación de armamento, es motivo para que Bruselas apunte al país asiático, aunque le pese en su delicado vínculo.
Preguntado por esta cuestión, el portavoz comunitario, Eric Mamer, rechazó dar detalles de cuáles serán estas empresas si bien adelantó que el objetivo de esta décimo primera ronda de sanciones es evitar que terceros países ayuden al Kremlin a esquivar los castigos aplicados por los Veintisiete. Así, la idea es “impedir que productos cuya exportación a Rusia ha sido prohibida acaben encontrando un camino hacia el complejo militar-industrial ruso”.
Este nuevo paquete, que será evaluada el miércoles por los embajadores de la UE, deberá ser respaldada por los Veintisiete. Una cuestión que, a priori, tiene todos los visos de suscitar divergencias entre Estados miembros considerando la elevada dependencia de la UE de las exportaciones de Pekín, especialmente en la cadena de suministro.
Según el Financial Times, 3HC Semiconductors, King-Pai Technology, Sinno Electronics y Sigma Technology son cuatro de las empresas chinas sujetas a represalias por parte de Bruselas. Cuatro compañías que ya han sido objeto ya de sanciones por parte de Estados Unidos.
Lo que buscan desde varias capitales es que esta nueva tanda no se centre exclusivamente en atajar aquellos huecos que albergan hoy las sanciones y que las convierten en inefectivas, sino darle un golpe más al Kremlin. Donde más duele. Un intento por combatir, de paso, esos rumores que sugieren que, tras diez paquetes de sanciones, la UE se ha quedado sin recursos con los que hacer daño a la economía rusa.
La nueva ronda busca que Moscú no pueda esquivar las restricciones ya aplicadas
Por su parte, los miembros del G7 han puesto sobre la mesa la posibilidad de vetar las compras de diamantes procedentes de Moscú. La mirada está fija en la próxima cumbre de líderes del G-7 que se preparan para anunciar, el 19 de mayo en Japón, un nuevo embargo comercial a uno de los bienes más preciados para las exportaciones rusas. A tener en cuenta, que ha sido un condicionante para los Veintisiete el hecho de que la ciudad belga de Amberes sea uno de los referentes internacionales en el comercio de diamantes.
Tampoco está exento de complejidad la posibilidad de incluir la energía nuclear en las sanciones al Kremlin. Algunos países como Alemania se han sumado a las peticiones de Polonia y los bálticos de incluir al sector de la energía nuclear ruso y, en consecuencia, a la compañía estatal rusa Rosatom en el paquete de sancionados. Sin embargo, dificulta la decisión la alta dependencia de Moscú que han cosechado países como Hungría, Finlandia, Bulgaria o Eslovaquia, Y es que estos países cuentan con reactores nucleares rusos y necesitan de combustible nuclear de Moscú para que continúen estando operativos.