ALGUNOS GESTORES APUESTAN POR ‘HIGH YIELD’ MIENTRAS OTROS CONSIDERAN QUE LA PRIMA NO ES ATRACTIVA
da que los temores a una crisis financiera mundial disminuyeron, apunta su gestor, ANdrea Delitala. “La cartera tiene más de la mitad en bonos, menos de un tercio en acciones, algo más de un 5% en materias primas y un 3% en activos alternativos. La liquidez ha estado en el 9%. Normalmente el peso en acciones es del 30% y el 70% en deuda europea, con mucha flexibilidad en composición y distribución. En este régimen de inflación las inversiones multiactivos tienen gran relevancia. Si no hay recesión, ganaré rentabilidades a vencimiento entre un 3% y un 4% mayores que hace un año”, afirma.
En Caixabank aseguran que también han incrementado el posicionamiento en deuda soberana en tramos más largos en productos como el Soy Así Cauto, otro de los grande vehículos españoles de esta categoría, donde también han aprovechado la recuperación del mercado de renta variable, pero con coberturas, sobre todo en Europa, “rotando la cartera hacia sectores más cíclicos y de valor, y de calidad vinculados a un dividendo”, explican en la gestora. Mantienen la exposición a crédito financiero senior, “aunque hemos reducido en bonos subordinados y la exposición a AT1”, y continúan invertidos en bonos ligados a la inflación, “que pueden estar favorecidos si la inflación sorprende en la segunda parte del año”.
Enrico Bovalini, responsable del Amundi Funds Global MA Conservative, se ha inclinado también por aumentar la duración de la cartera. “Dado que es una de las cuestiones fundamentales de la estrategia, hemos aumentado la duración de forma significativa desde el año pasado, partiendo de unos
LA DEUDA CORPORATIVA CON GRADO DE INVERSIÓN EMPIEZA A ACAPARAR GRAN PARTE DE LAS CARTERAS
dos años y manteniendo una duración cercana a los 4,5 años desde el inicio de 2023, lo que da una rentabilidad actual de la cartera cercana al 4,1%. El principal sesgo en duración es hacia los T-Note, ya que la Fed está más cerca de completar su ciclo de subidas de tipos. En los periféricos europeos mantenemos una exposición más limitada, principalmente a los bonos italianos, tanto por valoración como desde el punto de vista técnico”, subraya el gestor, quien ha reducido el peso de la renta variable al 12,5%, con un sesgo más defensivo y una infraponderación de valores y sectores cíclicos.
“En general, hemos recortado el riesgo crediticio global de la cartera y mantenemos la exposición principalmente a vencimientos a corto y medio plazo con mayor visibilidad. Redujimos la exposición al crédito high yield y mantuvimos un sesgo hacia el investment grade en términos generales, decisiones motivadas en gran medida por los niveles actuales de los diferenciales y el empeoramiento de las perspectivas económicas”, apunta.
En Sabadell AM, propiedad de Amundi, aseguran que la duración de la cartera del fondo Sabadell Prudente se sitúa en la actualidad en aproximadamente 3,7 años, con una TIR estimada del 4%. “Con el final de las subidas de tipos interés a la vista, alargamos durante el primer trimestre las duraciones sobreponderando los tramos medios de la curva. Preferimos la curva soberana denominada en dólares frente a las europeas y en cuanto a los bonos corporativos, atendiendo a la esperada ralentización económica y al retroceso de beneficios a ambos lados del Atlántico, preferimos el investment grade frente al high yield. En renta fija emergente, la visión es positiva tanto en divisa fuerte como en moneda local”, comentan.
Fin de ciclo de subidas
Con la mente puesta también en el final del ciclo de subidas por parte de la Fed, Thomas Graby, gestor del DWS Invest Conservative Opps, también ha incrementado la duración en dólares a través de futuros del Tesoro, mientras que han ido a corto en yenes, ya que “vemos cada vez más probable un cambio en la política ultra dovish del banco central japonés”, asegura. Pero desde el cuarto trimestre del año pasado, el principal cambio ha sido el aumento de la asignación al crédito denominado en euros, centrándose en emisores de alta calidad y a corto plazo, para beneficiarse de los atractivos niveles de carry. “Hemos aumentado considerablemente nuestra exposición al yen y al dólar por su carácter de activos refugio, que esperamos amortigüen las ventas del mercado. Y al mismo tiempo, hemos reducido nuestra exposición al euro en comparación con finales del año pasado. Sin embargo, en conjunto, el euro sigue siendo la divisa más importante en términos de exposición de los fondos, por encima del 60%”, señala Graby.
Torrenova es una de las grandes sicavs gestionadas por March AM y a la que no ha afectado la nueva regulación sobre este tipo de vehículos, ya que cuenta con 4.600 accionistas, con algo más de 1.000 millones de activos bajo gestión. José Palma Laorden, responsable deSicavs Institucionales de la firma, apunta que han incrementado los niveles de duración desde 1,5 años en 2022 hasta los 2,2 años y reducido los niveles de liquidez desde niveles del 15% a niveles inferiores al 5%. “En renta variable, creemos que los niveles de valoración no son atractivos en términos relativos frente a la renta fija y nos mantenemos infraponderados, entorno al 12% de la cartera (desde el 20% al que ha llegado históricamente)”, afirma.
La TIR de la cartera de renta fija a vencimiento es del 3,3%. “En esta parte de la cartera, cerca de un 60% está compuesta por deuda de gobierno en los principales países de la eurozona y algo de exposición a deuda americana. La deuda financiera representa un 13%, mientras que la subordinada es menor al 1%, a través de fondos de terceros). Y la exposición a high yield es inferior al 10% ya que el extra de rentabilidad no se corresponde con el momento actual del ciclo económico”, asegura.
Warren Buffett (92 años), alma máter de Berkshire Hathaway, no desiste en una idea que empezó a materializar hace casi tres años. Fue en agosto de 2020 cuando el legendario inversor reveló una participación del 5% en las principales sogo shosas japonesas, que ha vuelto a incrementar recientemente hasta el 7,4%. Así es como se conoce a las grandes corporaciones de Japón, que se caracterizan por una elevada diversificación sectorial y por sus profundas raíces en la economía del país. Son compañías versátiles, que poseen muchas cosas diferentes, como Berkshire Hathaway. Las elegidas fueron Itochu Corp, Marubeni Corp, Mitsubishi Corp, Mitsui Corp y Sumitomo Corp. El tándem formado por Buffett y Charlie Munger, de 99 años, se encargó de dejar claro el pasado fin de semana, en Omaha, ante sus más de 40.000 feligreses, que sus planes con la región no han terminado. “Seguiremos buscando más oportunidades”, confesó Buffett ante sus accionistas.
Durante gran parte de los últimos veinte años los inversores extranjeros han infraponderado Japón. “Actualmente, la asignación a Japón de las carteras extranjeras de renta variable se encuentra en su nivel más bajo desde 2012”, desvela Sam Perry, de Pictet. Sin embargo, hay motivos para pensar que esto podría ser diferente en un futuro próximo. “A medida que cambian las prioridades de las empresas japonesas y los inversores nacionales comienzan de nuevo a dar prioridad a su propio mercado, crecen los incentivos para incrementar esas asignaciones”, añade.
Hace 18 meses, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, se comprometió a crear una “nueva forma de capitalismo”. Una de sus iniciativas para impulsar el crecimiento económico fue que los japoneses inviertan en acciones de su propio país, y para ello ha introducido un nuevo sistema de exenciones fiscales. “Una gran base de accionistas nacionales debería agilizar las iniciativas para mejorar las normas de gobierno corporativo japonesas (...)”, explican en Pictet. Hasta ahora, la falta de claridad de objetivos ha provocado un uso ineficiente del capital.
Desde Citi creen que “las empresas japonesas tienen más potencial de mejora que las occidentales en áreas como la optimización de la asignación de activos, la revisión de las estructuras de costes y la reestructuración de las carteras de negocio, y por tanto también tienen más potencial para aumentar el valor de la empresa”.
Se espera que su economía crezca un 1% este año, según Bloomberg, más que algunos países desarrollados, y su bolsa también podría tener mejor comportamiento en el corto y largo plazo. “En comparación con el resto del mundo, el mercado de renta variable japonés, y en particular el sector de pequeña y mediana capitalización, parece cada vez más atractivo”, asegura Daniel Maguire, gestor de renta variable de Wellington Management. “Las valoraciones están en mínimos de la década en relación con otros mercados desarrollados y el viento de cola de las divisas está ayudando a sostener el sector exportador”. A más largo plazo, en Pictet esperan que “la renta variable japonesa genere una rentabilidad anual superior al 10% en los próximos cinco años, superando la de la renta variable estadounidense y casi igualando las rentabilidades de la renta variable emergente en dólares, aunque con una volatilidad mucho menor. Las rentabilidades podrían ser aún mayores si las reformas surten el efecto deseado”.
Cómo poner un pie en Japón
Puede que la inversión directa en acciones no sea la opción más sencilla para el inversor que desee seguir los pasos de Buffett y las recomendaciones de los bancos de inversión. Primero porque debe elegir un título concreto y segundo por el riesgo divisa. Otra opción es mediante fondos, que ofrecen carteras diversificadas, y se pueden elegir aquellos que cubran la moneda.
Según datos de Morningstar, existen 110 fondos que invierten en la bolsa japonesa, en euros, disponibles a la venta en España. Pero es posible afinar aún más el tiro, y centrarse en aquellos en los que una parte significativa de su cartera está formada por acciones de estilo valor. La lista se reduce a 18 vehículos en los que al menos un 30% de sus inversiones está en cotizadas value. Entre los que reciben rating Morningstar y están disponibles para el inversor particular, destacan, por ejemplo, nombres como el de Japan Deep Value Fund, que se revaloriza un 16% este año y ofrece una rentabilidad anualizada del 9,5% en los últimos tres. Fidelity Japan Value YAcc-EUR y Man GLG Jpn CoreAlpha Eq D G Q EUR Dis también avanzan más de un 6% en 2023, y están avalados por su trayectoria en años previos (ver gráfico).
Según este mismo proveedor de datos, los fondos que invierten en renta variable japonesa denominados en euros ganan de media casi un 7% desde que empezó el año. Y a medio y largo plazo también han obtenido rentabilidades positivas. A cinco años, la rentabilidad anualizada ha sido del 1,99%, y a diez años, del 5,3%.