La inflación subyacente cede casi un punto por la caída de los alimentos
El IPC subió ocho décimas en abril, el mayor ritmo desde mayo del año pasado
La inflación subyacente se erige como una de las protagonistas de la estadística del Índice de Precios al Consumo (IPC) de abril tras ceder casi un punto, hasta el 6,6% interanual, en su primer retroceso desde septiembre. La desaceleración en los precios de los alimentos, es el otro, al avanzar en el cuarto mes del año más de 3,5 puntos menos que en marzo, al 12,9%. Estos comportamientos destacan en un mes en el que el índice general registró una subida de ocho décimas, hasta el 4,1%, en el mayor avance desde mayo de 2022 por los carburantes, más caros que hace un año, y una disminución menos intensa de los precios de la electricidad.
Los datos definitivos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) coinciden con el avance de finales de abril. Desde el Ministerio de Asuntos Económicos atribuyen el repunte del IPC general al efecto base que resulta de la comparación de los primeros meses del estallido de la guerra en Ucrania. Aun así, indican, el dato de abril “es menos de la mitad” del registrado un año antes. Las nueve décimas cedidas por la inflación subyacente (la que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos) la sitúan 2,5 puntos por encima del índice general.
Tras la caída de la subyacente está la ralentización de 3,6 puntos del precio de los alimentos, que registraron “la mayor caída de la serie histórica” en un mes, según destacan desde el departamento que dirige la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. Aunque se mantienen en cotas muy elevadas, se trata de la tasa más baja desde junio del año pasado y la primera desde que el Gobierno aprobara la reducción del
IVA de los alimentos, aplicada desde enero de este año.
Principalmente, la cesta de la compra se abarató por la caída de
precio de legumbres y hortalizas y por la menor subida que hace un año de carne, pan, cereales, aceites, leche, queso y huevos. Desde abril de 2022, los alimentos que más han subido de precio son el azúcar (49,6%), la mantequilla (31,2%). Por debajo del 30% encabeza la lista la leche entera (27,7%) seguida por la leche desnatada (27,5%), las salsas y condimentos (26,3%), los cereales y derivados (18,2%), los productos lácteos (17,6%), otros preparados alimenticios (16,6%), las patatas (16,5%) y la carne de porcino (16,1%).
En tasas del 15% para abajo se sitúan el agua mineral, refrescos y zumos (15,9%), los huevos (15,8%), los preparados de legumbres y hortalizas (13,3%), otras carnes (12,6%), los aceites y grasas (12,3%), las legumbres y hortalizas frescas (11,2%) las bebidas alcohólicas (10,4%), y crustáceos, moluscos, preparados de pescado y café, cacao e infusiones, que se encarecieron en ambos casos un 10,3%. Las mayores caídas la firmaron el transporte combinado de pasajeros, que bajó un 47,7%, la electricidad (36,2%), otros aceites (26,7%), el transporte de pasajeros en autobús (25%) y los combustibles líquidos (24,8%).
Impulso en Semana Santa
En variación mensual (abril sobre marzo) el IPC general aumentó en seis décimas, dos décimas más de lo que subió en marzo (0,4%) y ocho décimas por encima del dato de abril de 2022, cuando los precios bajaron un 0,2%, según los datos de Estadística. La subyacente, por su parte, avanzó un 1% en el mes.
Influyeron el encarecimiento de vestido y calzado (7,5%) como consecuencia del cambio de armario por la temporada primavera-verano, la subida de los precios de los carburantes para vehículos personales, así como la de los paquetes turísticos, servicios de alojamiento y restauración. Los precios del gas y la electricidad bajaron un 8,9% y
La tasa de los comestibles fue del 12,9%, más de 3,5 puntos por debajo de la de marzo
un 3,3% en el mes respectivamente. Las subidas más fuertes en el mes de Semana Santa las anotaron fueron los hoteles (17,2%), la ropa de niño (13,7%) y los paquetes turísticos internacionales (13,7%); la mayor caída de precios fue la del gas natural, que cayó un 100%.
El centro de análisis económicos Funcas señala que los resultados, en línea con esperados, obedecen a un nuevo efecto escalón, esta vez al alza en el caso de la general (al contrario del observado en marzo). “La subyacente descendió en parte por un efecto escalón a la baja, y por haber registrado un incremento mensual relativamente moderado que procede de los alimentos elaborados y de los bienes industriales no energéticos, grupos en los que se observan señales de ralentización de los precios”, concluye Funcas.