Erdogan ve peligrar su reelección por culpa de la inflación y la lira
El paro y el voto joven refuerzan el viento en contra del actual presidente turco
Los ciudadanos turcos están llamados a las urnas mañana para la elección del presidente de la República y renovar su parlamento.
El actual jefe de Gobierno, Recep Tayyp Erdogan (Partido del Bienestar), ve peligrar su reelección tras 20 años en el poder. La economía juega un papel clave en estos comicios, ya que la alta inflación, la depreciación de la lira y las altas tasas de paro, sobre todo en los jóvenes, están minando el liderazgo del actual presidente.
Los datos oficiales dicen que el país cerró el año 2022 con un una expansión del IPC del 85,5% en términos interanuales, mientras que en abril de 2023 bajó hasta el 44%. Aún así, la profesora titular de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III de Madrid y ciudadana turca, Isik Özel, cuenta a elEconomista.es que estas cifras son “dudosas” ya que la credibilidad de Turkstat es cuestionable, máxime cuando Erdongan destituyó en enero de 2022 al director del Instituto, Erdal Dinçer, en enero de 2022 por no estar de acuerdo con las cifras de inflación.
Özel remite a los cálculos de Enagru, un grupo de “economistas expertos independientes” que publica mensualmente cifras alternativas, y situaron la inflación turca en el 105% interanual el pasado mes.
Por su parte, la lira turca “se ha depreciado de manera notable durante la última legislatura de Erdogan”, asevera la Investigadora Senior del Real Instituto Elcano, Judith Arnal, en un informe. Pero a pesar de esta depreciación monetaria, “el déficit por cuenta corriente del país continuó aumentando. En octubre de 2022, el acumulado en 12 meses ascendió al 5,5% del PIB, frente a la media del 2,7% para el período 2015-2021”, dice.
Otro de los factores que pueden quitar a Erdogan del Palacio Blanco de Ankara es el mercado de trabajo, que es muy rígido “con una fuerte protección de los insiders frente a los outsiders”, asegura Judith Arnal.
Las tasas de empleo es la más baja de la OCDE y se sitúa en el 53,9%, frente a la media de los países que integran el organismo internacional, que está en el 69,6%. Todas estas cifras en el mercado laboral suponen un empeoramiento de la vida de los ciudadanos turcos, sobre todo de la gente joven. Isik Özel asegura que el paro juvenil está en el 22%. “Esto es muy importante ya que la edad media de la población turca es de 33 años y 4,9 millones de jóvenes van a votar por primera vez en estas elecciones”, cuenta la politóloga.
En este sentido, el principal rival político del conservador islamista Erdogan es el líder del Partido Republicano del Pueblo, Kemal Kiliçdaroglu, que encabeza la ofensiva para levantar del sillón al actual presidente. De hecho, tras la renuncia, el pasado jueves, del líder del Partido de la Patria, Muharrem Ince, las posibilidades de Kiliçdaroglu aumentaron ya que Ince “aglutinaba entre el 2% y el 3% de los votos y la mayoría son jóvenes que van a votar por primera vez”, dijo Özel.
El desempleo entre los menores de 25 años registró una tasa del 22% en el año 2021
Pero Kiliçdaroglu no lo tiene fácil, ya que la mayoría de los sondeos fiables indican que tendrá que enfrentarse a Erdogan en una segunda vuelta, puesto que ninguno de los dos alcanzará, al menos, el 50% de los votos. Por lo que el día 28 es probable que tengan que enfrentarse de nuevo en las urnas.
A esto se suma que, tal y como ocurrió en las elecciones municipales, cuando el Partido del Bienestar perdió Ankara y Estambul –dos bastiones clave–, Erdogan lideró una cruzada para impugnar los resultados electorales tachándolos de “ilegítimos” y esperan que haga lo mismo si los comicios generales no le convencen.
Pero lo cierto es que, gane quien gane las elecciones en Turquía, se va a enfrentar a una crisis económica e institucional profunda, “con un Banco Central que no es independiente y la merma de la inversión extranjera directa”, explicó Özel. En 2007, Erdogan consiguió atraer inversión extranjera directa del entorno del 3,5% del PIB, mientras que ahora es del 1%. El crecimiento económico fue fuerte, con una tasa del 11% en 2021 y del 5% en 2022, pero se prevé que haya una contracción del PIB en 2024 que no superará la expansión del 3%.