Freixenet echa raíces en el grupo Henkell tras cinco años de alianza
La bodega española se incorporó en 2018 al conglomerado empresarial alemán de la familia Oetker, donde es la primera marca con un peso del 40% del negocio
El 30 de abril de 2018, unos operarios se afanaban en los preparativos para colocar un fresno (freixa, en catalán) en la bodega en activo más antigua del mundo, ubicada en Schloss Johannisberg, en Wiesbaden (Alemania). Junto al citado arbolito se extendía una alfombra roja y se ubicó un pilar pétreo en el que se puede leer en alemán la inscripción ‘Plantado por Gloria Ferrer y José Ferrer con motivo de la alianza entre Henkell y Freixenet’. A mediados de marzo de dicho año se había anunciado la venta del 50% de Freixenet al grupo germano, y las familias propietarias de ambas compañías posaron para la ocasión.
Cinco años después, el pasado martes 9 de mayo de 2023, pisaba el mismo lugar uno de los dos coconsejeros delegados de Henkell Freixenet, Pedro Ferrer, hijo de José, orgulloso del rumbo tomado cinco años atrás. Entonces nadie imaginaba la llegada de la pandemia ni el estallido de la guerra de Ucrania, pero la alianza ha permitido a Henkell Freixenet afrontar las adversidades y seguir preparando inversiones y planes de crecimiento, además con ingresos récord en 2022, con un aumento del 8,5% de la facturación, hasta 1.181 millones.
Si bien Freixenet ha perdido autonomía al pasar a consolidar sus cuentas dentro de Henkell Freixenet, su papel es clave en la alianza, ya que es la principal marca del grupo, con un peso del 40% en el negocio, seguida de la italiana Mionetto, que Henkell compró en 2008 y que es la marca de prosecco más vendida en el mundo. Ambas crecieron un 10% el pasado año, y también son las protagonistas de las últimas inversiones del grupo Henkell Freixenet. En el caso de la bodega catalana, este mes de junio prevé inaugurar una nueva línea de degüelle en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona), y prepara una ampliación de la zona de cavas para crianza de botellas.
Su influencia también se deja notar paseando por la sede de Henkell en Wiesbaden, donde se puede ver expuesta una botella de Elyssia Gran Cuvée Brut como una de las joyas del grupo, y donde el mapamundi que muestra los negocios de Henkell tiene a la bodega catalana como protagonista fuera de Europa. Ambas partes se sienten ganadoras con el acuerdo de 2018. Y es que dotó a Freixenet de músculo financiero (de la familia alemana Oetker, propietaria de Henkell) y profesionalización de la gestión, mientras que el grupo alemán incorporó al líder mundial en espumosos, en palabras de sus directivos, tanto Ferrer como el otro coconsejero delegado, Andreas Brokemper. Ferrer augura estabilidad futura en el reparto accionarial al 50%, y los dos aseguran: “Ambas partes estamos satisfechas”. Brokemper cree que “lo peor ha quedado atrás” tras la pandemia y los efectos en costes y suministros de la guerra de Ucrania, y normaliza la subida de tipos de interés, tras años en negativo.
Crecimiento internacional
El grupo Henkell Freixenet llega a más de 150 países y cuenta con 33 filiales, y sus planes de futuro más inmediatos pasan por crecer en América, tanto en mercados ya potentes como Estados Unidos y Canadá, como abriendo camino en Sudamérica. Uruguay es el objetivo más cercano, con la apertura de una filial para junio. Asimismo, pretenden crecer más adelante en Asia y África, donde el consumo de espumosos es todavía minoritario.
Otra vía de crecimiento vinculada a la alianza con Freixenet pasa por la potenciación de Segura Viudas como marca global, detalla Brokemper, que tras la compra firmada en 2018 marcó como objetivo alcanzar los 1.500 millones de facturación
Segura Viudas forma parte del plan de crecimiento tras un año 2022 récord en ingresos
en Henkell Freixenet para 2025. En cualquier caso, cinco años después hace hincapié en que desde la unión del grupo alemán con el español “tenemos mejores resultados juntos que por separado”.
La marca Freixenet vendió en 2022 más de 107 millones de botellas (incluyendo cava, vino, prosecco y otros espumosos), igualando el récord histórico de 2021. El año pasado, los espumosos supusieron el 66% del negocio de Henkell Freixenet; los vinos tranquilos un 22%, y los licores el 11% .