Por una inmigración de calidad
Los sindicatos y Trabajo frenan la llegada de extranjeros pese a que hay sectores que reclaman hasta 500.000 personas
El Ministerio de Seguridad Social modificó el reglamento de la Ley de Extranjería en el verano del año pasado para facilitar que las empresas puedan contratar en los países de origen. Además se afrontó la regularización de los inmigrantes en España. Unas iniciativas que han sido rechazadas por los sindicatos y también frenadas por Yolanda Díaz, por considerar que entraban en las competencias de Trabajo. Ello pese al problema demográfico en España y a que el INE estima que en nuestro país había 140.000 vacantes al cierre de 2022. Una cifra que palidece ante la falta de mano de obra que existen en algunos sectores. De hecho, la construcción reclama 500.000 trabajadores, cantidad que elevan en otras 900.000 personas para hacer frente a la edificación de las 183.000 viviendas asequibles prometidas por Pedro Sánchez. Los datos dejan en evidencia a unos sindicatos que insisten en que la solución a las vacantes es mejores condiciones laborales y la formación de los desempleados.
Un argumento falso para los empresarios, que achacan la postura de UGT y CCOO a la pérdida de poder sindical, ya que los extranjeros no suelen afiliarse. Sea como sea, la única realidad es que nuestro país requiere de mano de obra extranjera en muchos sectores. Pero esto no debe llevar al error de abrir las fronteras y dejar pasar a todo el mundo. Urge promover una inmigración regulada que permita la llegada a nuestro pais de trabajadores cualificados para el desempeño laboral que deben realizar en España. Con este objetivo, los acuerdos ya firmados por el Gobierno con Perú y Chile, y el alcanzado la pasada semana con EEUU para acoger en España a refugiados de Latinoamérica ofreciéndoles un contrato de trabajo que se adapte a sus aptitudes, son actuaciones bien orientadas.