Elevado riesgo en el inmobiliario
Las alzas de tipos anticipan un cambio de ciclo en el ‘ladrillo’ que lleva a los gestores a rechazar invertir en el sector
La última encuesta de Bank of America que recoge la opinión de 251 gestores que manejan un patrimonio de 666.000 millones refleja que el pesimismo respecto al comportamiento de la economía en el futuro cercano continúa, pero descartan una grave crisis. Así, el sondeo revela que el 63% de los partícipes teme que pueda haber una recesión en los próximos 12 meses, pero esperan que el retroceso será “un aterrizaje suave”. Es un mal augurio económico después de un año de subidas de tipos agresivas por parte de los bancos centrales. Para los encuestados, ahora el mayor peligro es que llegue una recesión global acompañada de una crisis de crédito en el sector bancario. Ante este contexto de incertidumbre es comprensible que la industria inversora apueste por activos refugio, como la renta fija, al tiempo que abandona aquellas áreas que más se benefician de los ciclos alcistas, como es el caso de las materias primas o el inmobiliario. Tanto es así que el 60% de los gestores evita apostar por el sector del ladrillo, lo que supone la mayor tasa de rechazo desde hace 15 años, en 2009. Esto evidencia el frenazo que en el negocio inmobiliario suponen las alzas de tipos de interés, que encarecen las hipotecas a ambos lados del Atlántico y también el coste de financiación de las propias empresas del sector. Un escenario que aboca a una caída de la demanda y que puede poner fin al ciclo alcista que el sector presenta desde el fin de la pandemia. Más aún si se tiene en cuenta que tanto el BCE como la Fed y otros organismos internacionales dibujan un futuro en el que los precios no estarán normalizados hasta finales del próximo año. Esto daría lugar a un largo periodo de tipos de interés altos, una mala señal para el inmobiliario.